martes, 14 de febrero de 2012

La tierra sigue rodando en cerro de Nuevo Amanecer.


Una porción de tierra de grandes magnitudes cayó en la noche del viernes en la parte de atrás de la vivienda de la familia Santana Murillo, ubicada en la parte baja del barrio Nuevo Amanecer, en la parroquia Tonchigüe y aunque una considerable cantidad del material llegó hasta las paredes de la casa, felizmente ésta no se vio afectada en su estructura, pero causó gran preocupación en sus habitantes.

            Segundo Santana, jefe de familia de la  vivienda afectada, en días pasados hizo pública su preocupación por esta situación por cuanto la tierra estaba cediendo y amenazaba con afectar su vivienda.

            Señala que pese a que dialogo con el Presidente de la Junta Parroquial de Tonchigüe, Julio Pinargote, quien le ofreció tomar fotografías y emitir un informe, la autoridad nunca llegó por el sector. “Quien sí estuvo aquí fue el Vicealcalde Yuri Olivo, pero simplemente observó y quedó a gestionar para ver que se podía hacer, pero no he tenido ninguna noticia sobre aquello”, dijo el preocupado ciudadano.

            Indicó que aunque varios medios informativos le han visitado y han difundido la problemática, tampoco ha recibido la ayuda del Alcalde, no de ninguna autoridad gubernamental para que, al menos, autoricen la inspección técnica del sector y se abalicen las alternativas que permitan reducir los riesgos.

            “Ahora que ya cayó este poco de tierra lo que quisiera es que me ayudarán a rellenar, con ese material, un solar que tengo en el barrio El Centenario para construir una ramada y `pasarme con mi familia a ese sector, porque aquí ya no podemos ni dormir por la preocupación”, dijo Segundo Santana.

            Indicó que la tierra se la observa fraccionada y teme que, en los próximos días, haya un alud de grandes magnitudes que podría afectar, no solo su vivienda, sino la de sus vecinos y otra que está ubicada en la parte alta del cerro.

            Con lágrimas en los ojos culminó señalando que él se encuentra enfermo de los nervios y que además en su vivienda alberga a su madre política quien está en silla de ruedas, por cuya razón la situación se torna mucho más difícil para su humilde familia.

            En todo caso espera que las autoridades competentes, en este caso la Municipalidad o la Secretaría de Gestión de Riesgos, se preocupen por esta situación y busquen las alternativas de minimizar los riesgos de deslizamientos que podrían afectar su vivienda y al de sus vecinos y hasta la integridad física y vida de cada uno de ellos.


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