Según una primera apreciación médica de un galeno que
prefirió mantener en el anonimato su nombre, pero que estuvo presente mientras,
en la ciudad de Quito, se realizaba la autopsia al cadáver del joven extinto
Joao Bone Quiroz, la causa del fallecimiento del menor fue una hemorragia aguda
por ruptura de arteria del hígado, cuyo origen hasta ahora es desconocido.
Señaló que,
en la práctica de la necropsia, se detectó un hemotorax, es decir, gran
cantidad de sangre en el tórax, así como un hemoperitoneo, que consiste en otra
cantidad considerable de sangre en las 3 partes en las que, medicamente, se
divide el Abdomen.
Agrega que,
en el hemotorax se encontraron 500 centímetros cúbicos de sangre, mientras que
en el hemoperitoneo no se midió la cantidad durante la autopsia, pero en la
cirugía realizada antes de que falleciera, se encontraron mil 500 centímetros
cúbicos.
Señala que
para detectar de dónde provino el sangrado
se revisó órgano por órgano y, en la cara posterior del hígado, se
detectan 3 sitios de sangrados y gran cantidad de coagulo. Explicó que los 3
orificios de sangrado se encontraban en un diámetro de 3 centímetros
aproximadamente.
Luego añade
que las causas para que se hayan provocado lo 3 orificios en el hígado, son
difícil de precisar, aunque hipotéticamente podrían haberse generado por una
complicación genética, es decir, que hubiese tenido un problema, no detectado,
desde el nacimiento, en el hígado y con una subida inesperada de la presión se
le rompió un vaso sanguíneo que provocó la hemorragia.
Luego
indica que también podrían haberse generado por algún trauma o golpe, no
obstante, no se observaban indicios de que el joven hubiese recibido golpes en
esa parte de su cuerpo recientemente, aunque no descarta la posibilidad de
algún azotón en la piscina donde estuvo el pasado sábado. Descartó además que
haya sido un golpe recibido con anterioridad, pues de haber ocurrido aquello,
el vaso sanguíneo debió haberse roto hace mucho tiempo, explicó.
Agregó que
otra posibilidad es que, estando el hígado afectado, hubiese ingerido alguna
sustancia desconocida que le impidió la coagulación provocando la hemorragia
que, posteriormente, le provocó la muerte. En todo caso, indicó que sobre este
último aspecto existen cientos de posibilidades más, por las que no tenía
factores de coagulación, añadiendo que, en medicina, hay un margen del 15 % de
posibilidad de que no se conozca la causa original del fallecimiento del joven.
Sin
embargo, agregó que, a su criterio, no se debe descartar la posibilidad de la
sustancia desconocida, aunque el examen toxicológico haya arrojado lo
contrario, pues recordó que el chico recibió atención médica particular y en la
cínica del IESS de Esmeraldas, donde se le suministró tratamiento que pudieron
haber reducido los índices de presencia de alguna sustancia que no se ha
detectado en el examen practicado.
Añadió que
los médicos legistas de la policía en la capital, dejaron muestras para
realizar un examen del cerebro, cuyos resultados, de ser solicitados para un
trámite legal, podrían estar listos en el lapso de un mes y sólo allí, de no detectarse
la presencia de alguna sustancia externa, se podría dar por descartada aquella posible
causa que se barajó desde que el chico presentó los síntomas de dolor
abdominal.
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