Las situaciones negativas que aún
se presentan en el área de la playa de
la ciudad de Atacames, como la falta de baterías sanitarias y la delincuencia,
continúan efectuando el normal desarrollo de la actividad turística en esa
zona, según la apreciación de la expendedora de artesanías, Elena de Estupiñán.
“El
turista viene por aquí y dice nos puede prestar un baño y, lamentablemente, no
hay ningún baño público. No Hay seguridad. Francamente hay mucha delincuencia”,
refiere la dama que vende artesanías en uno de los puestos de la Asociación de
Expendedores de Artesanías “Nelson Estupiñán Bass”.
Añade
que, ellos, como organización, pagan un guardia y eso les ayuda, al menos, a
controlar el sitio donde ellos venden sus artesanías, “pero lejos de aquí la
gente se siente insegura porque apenas se van por ahí a la playa, en medio de
la obscuridad, el turista es rápidamente asaltado”, asegura.
Indica
que eso es lo más preocupante en el sector, aunque también hay otra situación
que es bastante criticada por los turistas, según refiere la dama, que es el
precio de los alimentos preparados, “porque dicen que la comida es más cara que
en la sierra, por ejemplo cuando vienen de Quito los turistas preguntan que por
qué aquí un ceviche cuesta 6 y 7 dólares, mientras que, en la capital, donde no
hay el producto básico, cuesta entre 3 y 4 dólares el plato”, refiere la
humilde mujer.
Debemos
indicar finalmente que, en lo que respecta a la inseguridad, un compañero de
trabajo de la dama, Aquiles Alcívar, no coincidió con lo manifestado con ella
pues, a criterio de él, las actos delictivos han disminuido en los últimos
tiempos en la zona y, mucho más, con la instalación de los denominados ojos de
águilas ubicados en algunos sitios de la ciudad de Esmeraldas.
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