La presencia de un caballo muerto a un
lado de la vía principal, al sur del centro poblado del recinto Abdón Calderón,
en la parroquia Tonchigüe, y que se mantenía hasta la tarde de ayer lunes,
generaba preocupación en los moradores de los alrededores porque su inminente
descomposición contaminará el medio
ambiente y esparcirá olores nauseabundos varios metros a la redonda.
El indicado caballo,
al parecer, fue impactado por un vehículo en la noche del pasado domingo, pues
en el sector se observaban restos de las guías y mascarilla del automotor que
lo impactó dejándole muerto en la carretera.
Hasta la tarde de
ayer nadie se había declarado como dueño del animal, aunque la policía había
sido informada de que podría ser el
finquero Jacinto Solís quien, de inmediato, salió al paso y negó que el animal
sea de su propiedad. “Dicen que podría ser de José Andrade, pero yo soy fiel
testigo de que él ingresó con todos sus caballos, llevando a sus hijas que han
venido de Quito”, refirió el comunero.
Señaló que lo cierto
es que, en ese sector, siembre deambulan caballos en horas de la noche y nadie responde por esos animales, por ello
recomendó que las autoridades tomen cartas en el asunto y, de ser posible,
retiren de la vía y detengan a esos animales “hasta que aparezcan los dueños
para que sean multados y reciban el escarmiento que merecen”, dijo.
Finalmente,
con relación al caballo muerto, hace un llamado público a las autoridades
ambientales de los diferentes organismos seccionales y gubernamentales para
que, en el menor tiempo posible, tomen cartas en el asunto y retiren el animal
de ese lugar, con el objetivo de que busquen las alternativas de sepultarlo o
incinerarlo para evitar la contaminación que pudiere generar su descomposición,
mucho más si ocurre en un área poblada como lo es el sector donde, hasta ayer
en la tarde, se encontraba el cuerpo de la indicada acémila.
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