Con
la herencia de la cultura indígena, los latinoamericanos que festejan el Día de
los Muertos aprovechan esta ocasión para acercarse a sus seres queridos que se
han adelantado en el viaje a la eternidad y orar junto a sus tumbas por el
eterno descanso de sus almas. Aunque el Día de los Muertos se relaciona sólo
con México, son varios los países latinoamericanos que conmemoran esta fecha,
cada uno de forma diferente.
Los orígenes de la celebración del
Día de Muertos se encuentran en los antiguas culturas indígenas de los Aztecas,
Mayas, Purepechas, Nahuas y Totonacas que durante 3 mil años hicieron rituales
dedicados a sus ancestros coincidiendo con estas fechas. Estos rituales
simbolizaban la muerte y el renacimiento que en la época prehispánica se
representaba con los cráneos de los muertos. Las festividades eran presididas
por el dios Mictecacihuatl, conocido como la "Dama de la muerte"
(actualmente corresponde con "la Catrina") y eran dedicadas a la
celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.
Así como se sienten muchos
extranjeros al ver esta celebración que tiene algo de morboso y mucho de
pagano, los conquistadores españoles del siglo XV estuvieron aterrados por las
prácticas de los indígenas, y en un intento de convertir a los nativos
americanos al catolicismo cambiaron la fecha del festival para el inicio de
noviembre; de esta manera coincidían con las festividades católicas del Día de
todos los Santos y Todas las Almas, por ello la celebración católica de los
fieles difuntos en esta fecha.
El día de los muertos en nuestro país.
Podría considerarse al Día de los Muertos en Ecuador como una verdadera fiesta, particularmente en la serranía ecuatoriana donde las familias se reúnen alrededor de una comida tradicional: guaguas de pan (figuras de pan con forma de niños), acompañadas con la colada morada, una bebida hecha a base de maíz violeta, de moras y de otras frutas.
Algunas comunidades indígenas
celebran aún un antiguo rito, el encuentro con el fiel difunto durante una
comida sobre su tumba. Según la creencia, el muerto vuelve cada año, entonces
hay que prepararle sus platos preferidos. Los vivos esperan que el invitado
haya terminado de comer, antes de servirse. En algunas regiones se le trae
además las armas y los objetos que le eran valiosos, o se le invita también a
jugar al Juego del Piruruy (un juego de dados).
En la costa la celebración se
realiza con la visita masiva a los cementerios, donde los deudos dejan coronas,
tarjetas, flores y velas, además entonan serenatas en las tumbas de sus
difuntos y levantan plegarias y oraciones por el eterno descanso de sus almas.
Finalmente debemos indicar que, en
nuestro país, en el código de trabajo, artículo 65, se contempla como día de
descanso obligatorio el dos de noviembre de cada año, por lo que en esta fecha
también se la contempla como un feriado y, por ende, reactiva la actividad
turística en todo el territorio nacional ecuatoriano, aunque en este año, el
día coincidió con el descanso regular del fin de semana.
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