Una familia recibió dos en menos de un año y ambas se
han dañado.
En noviembre del año pasado, atendiendo la
sugerencia de un equipo de venta de una casa comercial adquirieron una cocina
de inducción para que sea descontada a través de las planillas de energía
eléctrica por el lapso de 36 meses, sin embargo, nunca se imaginaron que, por
más de un año, pagarían un producto que no lo han podido usar como ellos querían.
Esto le ocurrió a la familia de Máximo García
Pacheco, oriundo del barrio San Antonio de la parroquia Tonchigüe, quien hizo
pública esta preocupación haciendo conocer que esa primera cocina a inicios de
este año se les quemó y, luego de recibir la visita de los técnicos de la casa
comercial, dos meses más adelante se la cambiaron por otra.
Esta segunda cocina tampoco duró mucho y se les fue
quemando una por una las hornillas y, el uno de agosto de este año, los
técnicos verifican y consideran que le deben cambiar la cocina y, desde esa
fecha, hasta el fin de semana anterior, ese cambio no se ha concretado.
Sin respuesta.
El humilde ciudadano aseguró que la casa comercial
que le entregó el artefacto, es de la ciudad de Quito y ha venido haciendo
insistentes llamadas, a través de los números telefónicos que le han otorgado,
pero le dan mil vueltas y nadie le da una solución al problema.
“Imagínese, nos están descontando 7 dólares con 20
centavos mensuales en la planilla de energía eléctrica, sin estar recibiendo
ese beneficio”, comentó con impotencia el humilde ciudadano.
Dijo que no sabía si había más personas con ese
problema, pero lamentaba que a su
familia le esté ocurriendo tal situación.
Por eso hizo un llamado a las autoridades
competentes para que se analice su caso y se exija a la empresa comercial que le
envié el artefacto o, en su defecto, que le devuelvan su dinero, “nos es justo
que estemos pagando algo que no tenemos”, comentó.
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