Alrededor de 10 familias que
residen en el barrio Buen Samaritano, del centro poblado del recinto Same, parroquia
Tonchigüe, para acceder a la vía principal deben atravesar el estero que lleva
el nombre de la localidad y, en temporadas invernales, por el crecimiento del afluente
la situación se torna caótica según lo refiere Hólger Zambrano, habitante del
lugar.
“Se pone feísimo y
hasta el puente se lo lleva cuando crece el río”, señala el humilde morador,
refiriéndose a ciertos maderos que ubican a manera de puente para poder pasar
de un lado a otro. “En cada invierno estos puente se van y debemos volver a
cortar palos para construir otros en temporadas de verano”, señaló.
Añadió que
felizmente en los estrechos maderos nos e ha suscitado accidentes mayores, a
excepción de pequeñas caídas que han sufrido varios de sus vecinos. “Lo que sí
nos preocupa es en invierno que el rio crece y algún menor puede ser arrastrado
por la corriente”, dijo con cierta preocupación.
Agregó que las
autoridades municipales desde hace tres años les vienen ofreciendo la
construcción de un puente fijo en ese lugar, pero hasta el momento eso no ha
ocurrido. “Lo escuché al Concejal Nilo Quintero, que ellos ya habían aprobado
el presupuesto para esa obra y que todo está en manos del Alcalde, pero como él
anda en campaña, ni se ha de acordar de este puente”, dijo con cierto pesimismo
el humilde ciudadano.
En todo caso
mantenía la esperanza de que, en alguna ocasión, las autoridades municipales
vuelvan la mirada a su barrio y les construyan el tan anhelado puente, para
terminar con las peripecias de atravesar con dificultad el afluente que separa
a esa parte del barrio del resto de la comunidad de Same.
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