Vecinos de los alrededores de la cancha de
fútbol de esta parroquia, nos hicieron conocer que, al menos, por 2 ocasiones,
en el sector de los graderíos ubicados a un costado del campo de juego, en
horas de la noche, han observado reunirse a un grupo de más de 30 personas,
entre jóvenes y niños, los cuales, presuntamente estarían conformando una
pandilla juvenil.
De
lo manifestado por los vecinos del sector, al parecer, los cabecillas son
jóvenes que llegan en motos de otro lugar y, durante la reunión, según los
preocupados vecinos, se ha observado que maltratan a los chicos, en lo que se
constituiría en una prueba para ser aceptados al interior de la pandilla.
Señalan que, en la segunda reunión, uno de los
vecinos al escuchar gritos de dolor, se acercó hasta el grupo armado de un
machete e, inmediatamente, todos emprendieron veloz carrera, unos a pie y otros
en sus respectivas motocicletas.
De
lo que han observado los vecinos, en el grupo se han visto a niños de
aproximadamente 8 años de edad y algunos de los jóvenes que han participado de
las reuniones, provienen de buenas familias de la parroquia, según afirman.
Los
vecinos señalaron que, en la primera ocasión no denunciaron a la policía porque
consideraban era una reunión de algún grupo de jóvenes deportistas y, en la
segunda reunión, cuando se percataron de lo que podría ser, todos se habían
dispersados.
En
todo caso, los moradores del sector, hacen pública su preocupación, con el
objetivo de que las autoridades competentes estén alertas ante esta posible
situación y se busquen alternativas que minimicen las reuniones clandestinas de
jóvenes que, presuntamente, estarían por tomar, en esta parroquia, el camino de
las pandillas que, en otras sociedades, han causado dolor y muerte al interior
de sus respectivas familias.
Por
ello, recomiendan, a las autoridades policiales, realizar permanentes
patrullajes en sectores desolados y a obscuras, donde podría estar germinando
el alumbramiento de pandillas juveniles que, más adelante, podrían poner en
zozobra a toda la población tonchigüense.
Es bueno y esperanzador ver actitudes como esta, en que todos colaboran para proteger a los más jóvenes. Los niños son el futuro de los pueblos. No se trata de tomar la justicia por cuenta propia, pero es importantísimo que los delincuentes se den cuenta que no son bienvenidos y que todos se les opondrán si tratan de instalarse.
ResponderEliminarEstos antisociales son un cancer, mientras antes se les extirpe es mejor.
Un saludo afectuoso desde Chile.
Raúl