Tres sospechosos han sido
imputados en el caso.
Una masiva despedida, bajo una intensa y pertinaz
llovizna, fue la que se le dio al menor de 9 años de edad que el viernes
anterior fue asesinado por un depravado sujeto en el recinto Same, cuyo sepelio
se cumplió alrededor del mediodía del domingo en el cementerio general de la
parroquia Tonchigüe.
El nutrido cortejo fúnebre inició como a las 09:00 y
luego de recorrer una gran parte del centro poblado del recinto, ingresaron
hasta la cancha de fútbol de la comunidad donde, tantas veces, jugó el chico
ahora extinto.
Mientras hacía un alto en el campo deportivo donde
el pueblo se deleitó muchas veces con el exquisito y atractivo juego que el
menor tenía, varias madres de familias hicieron pública su preocupación por el
poco control que existe por parte de las autoridades ecuatorianas, hacia los
extranjeros que llegan a nuestro país, comentarios que hacía considerando que
el presunto asesino es de nacionalidad colombiana.
Endurecer penas.
“El llamado directamente es al Ministro y al
Presidente de la República, para que endurezcan las penas, porque en el Ecuador
hacer lo que hacen con las personas y nada pasa. Es las leyes ecuatorianas que
tienen que cambiar”, dijo Elsa Caicedo, familiar del niño fallecido y habitante
del cantón San Lorenzo, quien llegó a Same a acompañar en su dolor a sus
familiares.
Mientras tanto la Presidenta de la comunidad de
Same, Kerli Acuña Bone, dijo que algunos extranjeros se aprovechaban del
espíritu de solidaridad y hospitalidad que tienen los ecuatorianos, para hacer
cosas tan desagradables, como la ocurrida en la comunidad que ella representa.
Glenda Olivo, habitante de la comunidad, coincidía
con el criterio de que debe haber mayor control para permitir el ingreso de
extranjeros a nuestro país.
Más control.
“Porque el Ministerio del Interior no investiga esa
gente que ingresan aquí, que vean sus antecedentes y que no nos metan esas
bestias a nuestro pueblo. Un violador, un criminal, un asesino, un monstruo
como ese”, dijo entre lágrimas.
Zacarías Quiñónez Caicedo, un ciudadano colombiano
que reside en la comunidad de Same por aproximadamente 35 años, reprochó el
accionar del que se le acusa a su compatriota y calificó de cobarde tal acción.
Lamentó haber escuchado indirectas contra todos los
de su nacionalidad y dijo entender la situación, por lo dolido que estaba el
pueblo, pero recordó que no se debe generalizar y que, como en todas partes del
mundo, siempre habrá buenos y malos en una sociedad.
“Le pediría a las autoridades ecuatorianas que
investiguen cada vez que un colombiano llegue a este país, que lo investiguen
para que no vuelvan a ocurrir cosas como estas”, comentó Quiñónez.
Comité Cívico.
Posteriormente la nutrida caravana avanzó y recorrió
a pies los aproximadamente 5 kilómetros que separan a Same del Cementerio
General de Tonchigüe y, allí, el campo santo se hizo estrecho por la gran cantidad de personas que quería darle el
último adiós al pequeño.
Antes de ubicar el cadáver en la fosa donde ahora
descansa por la eternidad, el Vicepresidente del Gobierno Parroquial de
Tonchigüe, Amado Bone Quintero, en una intervención destacó que, con un grupo
de habitantes de la localidad, tenían la idea de conformar un Comité Cívico para
precautelar la seguridad del sector y evitar que hechos, como los que se
estaban lamentando, se repitan.
“Por ello quiero comprometer hoy día al señor
alcalde, Byron Aparicio, al Jefe Político y a la Gobernadora, que sean parte de
esta iniciativa, para hacer un profundo análisis, porque Tonchigüe no se puede
convertir en una isla de violencia”, remarcó.
Truncan ilusiones.
Luego en medio del dolor, llanto e impotencia de sus
familiares, amigos, allegados y de, prácticamente, todo un pueblo, el sarcófago
fue ubicado en una bóveda fría donde quedaron guardadas todas las ilusiones del
pequeño inocente cuya vida fue truncada de la manera más vil y cobarde.
El viernes en la noche, la Presidenta de la
comunidad de Same, Kerly Acuña Bone, quien recibió la información de los
resultados que arrojó la necropsia practicada al cadáver del menor, hizo
pública las causas de su fallecimiento señalando que el menor había muerto por
hemorragia interna luego de haber sido apuñalado y, prácticamente, degollado
con un arma cortopunzante.
Aseguró que, de acuerdo a lo que le había informado
la galena que practicó la diligencia, el menor también presentaba signos de
haber sido abusado sexualmente con anterioridad, aunque no precisamente el día
del asesinato.
“Ese día posiblemente el menor se resistió y por eso
deducimos que él lo asesino, no en el lugar donde se lo encontró, sino en el
lugar donde habitaba quien lo asesinó”, refirió Acuña.
Actuación policial.
La Gobernadora de la provincia, Paola Cabezas
Castillo, durante una visita realizada al mediodía del sábado al recinto Same,
para solidarizarse con la familia del menor asesinado, destacó el accionar de
la policía nacional que, el día de los sucesos en que perdió la vida el chico,
actuó de manera rápida y logró detener a cuatro personas presuntamente
implicadas en el hecho, uno de ellos el sospechoso de ser el autor material del
crimen.
“Estos señores tienen que ser juzgados. La Fiscalía
y la Judicatura tiene que actuar en derecho y nosotros como ciudadanos
organizarnos para que estas situaciones no vuelvan a pasar”, comentó la
representante del ejecutivo en nuestra provincia.
Diligencia legal.
Por su parte, el fiscal Diego Pérez Gallo, luego de
la audiencia de formulación de cargos efectuada en la tarde del sábado, dijo que,
del análisis realizado, eran tres las personas implicadas en el hecho, dos de
nacionalidad colombiana y una ecuatoriana.
“Fiscalía ha imputado por el tipo penal de secuestro
extorsivo con resultado de muerte, con una pena contenida en el COIP (Código Orgánico
Integral Penal) de 22 a 26 años (de prisión)”, señaló el fiscal.
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