martes, 8 de marzo de 2016

Sepultaron a menor que fue cobardemente asesinado.


Tres sospechosos han sido imputados en el caso.

Una masiva despedida, bajo una intensa y pertinaz llovizna, fue la que se le dio al menor de 9 años de edad que el viernes anterior fue asesinado por un depravado sujeto en el recinto Same, cuyo sepelio se cumplió alrededor del mediodía del domingo en el cementerio general de la parroquia Tonchigüe.

El nutrido cortejo fúnebre inició como a las 09:00 y luego de recorrer una gran parte del centro poblado del recinto, ingresaron hasta la cancha de fútbol de la comunidad donde, tantas veces, jugó el chico ahora extinto.

Mientras hacía un alto en el campo deportivo donde el pueblo se deleitó muchas veces con el exquisito y atractivo juego que el menor tenía, varias madres de familias hicieron pública su preocupación por el poco control que existe por parte de las autoridades ecuatorianas, hacia los extranjeros que llegan a nuestro país, comentarios que hacía considerando que el presunto asesino es de nacionalidad colombiana.

Endurecer penas.

“El llamado directamente es al Ministro y al Presidente de la República, para que endurezcan las penas, porque en el Ecuador hacer lo que hacen con las personas y nada pasa. Es las leyes ecuatorianas que tienen que cambiar”, dijo Elsa Caicedo, familiar del niño fallecido y habitante del cantón San Lorenzo, quien llegó a Same a acompañar en su dolor a sus familiares.

Mientras tanto la Presidenta de la comunidad de Same, Kerli Acuña Bone, dijo que algunos extranjeros se aprovechaban del espíritu de solidaridad y hospitalidad que tienen los ecuatorianos, para hacer cosas tan desagradables, como la ocurrida en la comunidad que ella representa.

Glenda Olivo, habitante de la comunidad, coincidía con el criterio de que debe haber mayor control para permitir el ingreso de extranjeros a nuestro país.

Más control.

“Porque el Ministerio del Interior no investiga esa gente que ingresan aquí, que vean sus antecedentes y que no nos metan esas bestias a nuestro pueblo. Un violador, un criminal, un asesino, un monstruo como ese”, dijo entre lágrimas.

Zacarías Quiñónez Caicedo, un ciudadano colombiano que reside en la comunidad de Same por aproximadamente 35 años, reprochó el accionar del que se le acusa a su compatriota y calificó de cobarde tal acción.

Lamentó haber escuchado indirectas contra todos los de su nacionalidad y dijo entender la situación, por lo dolido que estaba el pueblo, pero recordó que no se debe generalizar y que, como en todas partes del mundo, siempre habrá buenos y malos en una sociedad.

“Le pediría a las autoridades ecuatorianas que investiguen cada vez que un colombiano llegue a este país, que lo investiguen para que no vuelvan a ocurrir cosas como estas”, comentó Quiñónez.

Comité Cívico.

Posteriormente la nutrida caravana avanzó y recorrió a pies los aproximadamente 5 kilómetros que separan a Same del Cementerio General de Tonchigüe y, allí, el campo santo se hizo estrecho por la gran  cantidad de personas que quería darle el último adiós al pequeño.

Antes de ubicar el cadáver en la fosa donde ahora descansa por la eternidad, el Vicepresidente del Gobierno Parroquial de Tonchigüe, Amado Bone Quintero, en una intervención destacó que, con un grupo de habitantes de la localidad, tenían la idea de conformar un Comité Cívico para precautelar la seguridad del sector y evitar que hechos, como los que se estaban lamentando, se repitan.

“Por ello quiero comprometer hoy día al señor alcalde, Byron Aparicio, al Jefe Político y a la Gobernadora, que sean parte de esta iniciativa, para hacer un profundo análisis, porque Tonchigüe no se puede convertir en una isla de violencia”, remarcó.

Truncan ilusiones.

Luego en medio del dolor, llanto e impotencia de sus familiares, amigos, allegados y de, prácticamente, todo un pueblo, el sarcófago fue ubicado en una bóveda fría donde quedaron guardadas todas las ilusiones del pequeño inocente cuya vida fue truncada de la manera más vil y cobarde.

El viernes en la noche, la Presidenta de la comunidad de Same, Kerly Acuña Bone, quien recibió la información de los resultados que arrojó la necropsia practicada al cadáver del menor, hizo pública las causas de su fallecimiento señalando que el menor había muerto por hemorragia interna luego de haber sido apuñalado y, prácticamente, degollado con un arma cortopunzante.

Aseguró que, de acuerdo a lo que le había informado la galena que practicó la diligencia, el menor también presentaba signos de haber sido abusado sexualmente con anterioridad, aunque no precisamente el día del asesinato.

“Ese día posiblemente el menor se resistió y por eso deducimos que él lo asesino, no en el lugar donde se lo encontró, sino en el lugar donde habitaba quien lo asesinó”, refirió Acuña.

Actuación policial.

La Gobernadora de la provincia, Paola Cabezas Castillo, durante una visita realizada al mediodía del sábado al recinto Same, para solidarizarse con la familia del menor asesinado, destacó el accionar de la policía nacional que, el día de los sucesos en que perdió la vida el chico, actuó de manera rápida y logró detener a cuatro personas presuntamente implicadas en el hecho, uno de ellos el sospechoso de ser el autor material del crimen.

“Estos señores tienen que ser juzgados. La Fiscalía y la Judicatura tiene que actuar en derecho y nosotros como ciudadanos organizarnos para que estas situaciones no vuelvan a pasar”, comentó la representante del ejecutivo en nuestra provincia.

Diligencia legal.

Por su parte, el fiscal Diego Pérez Gallo, luego de la audiencia de formulación de cargos efectuada en la tarde del sábado, dijo que, del análisis realizado, eran tres las personas implicadas en el hecho, dos de nacionalidad colombiana y una ecuatoriana.


“Fiscalía ha imputado por el tipo penal de secuestro extorsivo con resultado de muerte, con una pena contenida en el COIP (Código Orgánico Integral Penal) de 22 a 26 años (de prisión)”, señaló el fiscal.

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