sábado, 25 de septiembre de 2010

Sepultaron a discapacitado asesinado.


En medio del dolor y llanto de familiares y amigos, la tarde del pasado jueves, en el cementerio general de esta parroquia, fue sepultado el cuerpo de Juan Humberto Perea Pinargote, “Juanuco”, de 38 años de edad, quien fue encontrado muerto, presuntamente asesinado a garrotazos, en un sector del barrio San Antonio.

             El cortejo fúnebre fue acompañado por sus más cercanos familiares, compañeros de trabajos y amigos del extinto y sus familiares, quienes, en primera instancia, trasladaron el cadáver, hasta la iglesia católica del recinto Same y, luego del rito religioso, trasladaron el cuerpo, en una nutrida caravana fúnebre, hasta el cementerio general de la parroquia Tonchigüe donde recibió cristiana sepultura.

            Mientras el cuerpo del extinto era trasladado a su última morada, se respiraba un clima de incertidumbre e impotencia, no sólo por parte de familiares, sino por habitantes de esta localidad que comentan con preocupación este execrable hecho que, para cualquiera, podría resultar aislado pero, para los vecinos de la parroquia Tonchigüe, podría ser un aviso del clima de inseguridad que, de apoco, estaría cobijando macabramente a nuestra, hasta ahora, pacífica parroquia.

            Sólo se espera que las autoridades policiales realicen su trabajo y que, ojalá, con una exhaustiva investigación de oficio, logren identificar al autor o autores de este hecho, buscando frenar cualquier indicio de actos delictivos similar al que están viviendo los atribulados familiares de Juan Perea Pinargote y que hechos como estos no se repitan nunca más en nuestra apacible y tranquila parroquia Tonchigüe.

            Que, al menos, la muerte de Juan Humberto Perea Pinargote, un  ciudadano con capacidades diferentes, sirva para hacernos reflexionar sobre el grave riesgo de inseguridad al que estaríamos por embarcarnos, si nuestras autoridades, no solo policiales, sino políticas y educativas, no emprenden con programas tendientes a recuperar a los jóvenes de las garras del alcohol y la drogadicción que, de apoco, se apodera de la juventud Tonchigüense. 

            Que hay paz en la tumba recién abierta de Juan Humberto Perea Pinargote. Que de Dios Goces mi estimado Juanuco. Hasta pronto….

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