Entonando músicas
rancheras y otras melodías que, a él, le gustaba escuchar en sus momentos de
bohemia y algarabía junto a sus amigos, así, ellos le despedían en la mañana de
ayer viernes. Despedían a Bayardo Pozo Vaca, unos con lágrimas, otros trémulos
y algunos con la nostalgia que embarga
el momento de llevar en hombros a quien, días antes, se lo había visto lleno de
vida y con la jovialidad que siempre le caracterizaba y que, el miércoles
último, emprendió el viaje a la eternidad víctima de un impacto de arma de
fuego, en un incidente que aparentaba un suicidio y que las autoridades
policiales investigan para esclarecerlo.
Lo
pasearon por la calles que lo vieron crecer como un exitoso empresario hotelero
y, luego, lo ingresaron a la Iglesia de la localidad para, con las oraciones de
quienes quedan en vida, rogar por el eterno descanso de su alma y, mientras eso
ocurría, varios de sus amigos recordaron a quien, en ese momento despedían, por
la eternidad.
“Un
hijo ejemplar en la cual veíamos que se preocupaba por sus padres, señores de
una edad avanzada, pero que nunca se separó de ellos, siempre se mantuvo con
ellos y que nos deja ese ejemplo a quienes vivimos acá en Atacames”, comentó el
Ex candidato a Alcalde, Humberto de la Cruz.
En
todo caso, esos positivos valores son los que quedarán marcados en quienes
conocieron a Bayardo Pozo, cuyo cuerpo, una vez culminada la misa, fue
trasladado hasta el cementerio Jardines de la Paz de la ciudad de Esmeraldas,
donde recibió cristiana sepultura, mientras en el ambiente atacameño quedaba la
nostalgia de saber que se había ido, pero sólo físicamente, porque muchos
seguirán recordando y emulando sus acciones positivas, por toda la vida.
Mi tío debe ser recordado por ser la persona alegre que demostró ser siempre. Muchas hipótesis se levantarán tras su muerte, obviamente hablar es muy fácil y mucho más cuando desconoces la verdad y eres un cobarde.
ResponderEliminarLos que se decían ser amigos ahora deben demostrar la honestidad de su sentimiento y en momentos tan delicados como el actual tender una mano sincera a la hoy viuda y a sus dos hijas.
At. Henry