lunes, 20 de agosto de 2012

Deficiencia de agua potable se mantiene en la parroquia Tonchigüe.


Pese a que prácticamente durante todos los días de la semana anterior se dotó, en cierta medida, del agua potable a los diferentes barrios de las comunidades de Same y Tonchigüe, el criterio generalizado de la población es que el servicio sigue siendo deficiente y la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EAPA) San Mateo, no logra encontrar una alternativa para mejorar la situación en esas dos populosas comunidades de la zona sur de nuestra provincia.

            A inicios del mes de julio, durante toda una semana, las EAPA instaló una ventanilla móvil de recaudación de valores para que los abonados se igualen en sus planillas atrasadas, pues durante esos días el servicio era más o menos aceptable. A decir de funcionarios de la Empresa de la Agencia Atacames, la campaña de regulación de facturas tuvo éxitos, pues muchos abonados firmaron convenios y se pusieron al día en sus planillas.

            En esa ocasión, los funcionarios garantizaban que el servicio se normalizaría a partir de esa fecha y aseguraron que, durante el feriado de las vacaciones de la sierra, la prestación no tendría inconvenientes, no obstante, a la semana siguiente de haber levantado la ventanilla móvil en Tonchigüe, el agua potable volvió a desaparecer de los barrios de Same y de la cabecera parroquial.

            Luego, de manera esporádica, cada 4 ó 5 días, ciertos barrios eran abastecidos, pero otros permanecían en la sequía. La situación se agudizó en los días previos y durante todo el feriado del 10 de agosto pues, en ese lapso, el servicio fue totalmente nulo en estas dos poblaciones.

            Felizmente, culminado el intenso feriado, el día lunes de la semana anterior, varios barrios empezaron recibir cierta dotación del líquido vital y, durante toda esa semana, de manera racionada y a cuenta gotas, se dotó del servicio a todos los sectores, a excepción del barrio San Antonio, donde el servicio prácticamente nunca llega.

            En todo caso, la situación que viven las comunidades de Same y Tonchigüe, es la misma desde hace muchos años. Nada ha cambiado con relación al servicio de agua potable. Pues el líquido vital llega sorpresivamente y desaparece de la misma manera.

            En la actualidad, la EAPA ha perdido credibilidad en la parroquia Tonchigüe y, para colmo, la Junta de Agua Potable y Alcantarillado “Same Tonchigüe”, conformada hace dos años, hoy mantiene un silencio absoluto y, al parecer, la situación continuará así por mucho tiempo más, pues ni las autoridades locales, se pronuncian al respecto.


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