Hasta el miércoles de la semana anterior duró la cierta regularidad del servicio del agua potable en la parroquia Tonchigüe luego de que, al menos, por 10 días consecutivos, se entregó cierta dotación del líquido vital, de manera alternada, por sectores, tanto en la cabecera parroquial, como en el balneario de Same.
Según reportes del encargado de la distribución en esta parroquia, Cruz Bermeo, la falencia proviene desde Esmeraldas, porque a decir de él, ni Atacames está recibiendo el líquido vital, al menos, hasta el sábado en la tarde, en que fue consultado por el autor de esta nota.
El funcionario señaló que, en todo caso, se esperaba que, en determinado momento volvieran a dotar de agua a la zona sur de la provincia, no obstante, calculó unos 5 días más, para que el agua llegue a Tonchigüe, eso desde el momento en que se restablezca, considerando que esta parroquia se encuentra en la cola del proyecto.
“Primero llenan Tonsupa, luego Atacames y posteriormente Súa. Al final el agua llega hasta acá, por lo que hay que esperar un tiempo considerable para que el tanque reservorio se abastezca y poder volver a otorgar agua a los barrios de este sector”, refirió Bermeo.
En todo caso, la deficiencia del agua potable hacia la parroquia Tonchigüe continúa siendo un mal de nunca acabar y, aunque las autoridades locales refieren que una de sus mayores preocupaciones es esta problemática, no han encontrado la forma de solucionar, de una vez por todas y por si mismos, esta situación y la parroquia Tonchigüe continúa dependiendo del deficiente servicio que otorga la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EAPA) San Mateo.
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