En la mañana de ayer fue sepultado el cadáver del extinto ciudadano tonchigüense Miguel Ángel Loor Sabando, quien falleció súbitamente la noche del miércoles por un infarto cardiorespiratorio, mientras se encontraba descansando en el interior de su vivienda.
El cortejo fúnebre que acompañó el féretro hasta el cementerio Jardines de la Paz de la ciudad de Esmeraldas, fue bastante considerable y, como lo habían anunciado sus familiares, hubo disponibilidad de transporte para todos los tonchigüenses que querían acompañarle para darle el último adiós al ser ubvicado en su morada eterna.
Y, en efecto, en el interior del campo santo, en una de las bóvedas del sector, en medio del dolor y llanto de sus familiares, amigos y allegados, fue sepultado el cadáver de este conocido ciudadano que, al momento de su muerte, frisaba los 67 años de edad.
El extinto era oriundo del cantón Tosagua, Provincia de Manabí y arribó a la parroquia Tonchigüe, en busca de mejores días, hace más de 30, acompañado de los miembros de su familia, dedicándose a la ganadería y a la comercialización de carne de res y chancho en esta localidad, actividad que la continúo desarrollando hasta que su salud se fue quebrantando para, posteriormente, culminar con el desenlace fatal.
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