Luego de casi dos meses de ausencia, varios hogares del centro poblado del balneario de Same, volvieron a recibir agua potable a través de las redes de distribución, lo que generó cierta satisfacción en quienes recibieron el tan preciado líquido vital.
El encargado de la distribución del agua en la parroquia Tonchigüe, Cruz Bermeo, refirió que el agua llegó con una débil presión pero que, en todo caso, se había logrado abastecer de agua, durante el miércoles y jueves, a toda la población de Same, racionándola por sectores, con el objetivo de que todos se abastecieran.
Pero la situación fue muy diferente hacia la cabecera parroquial de Tonchigüe porque, a decir del funcionario, el tanque reservorio con el que se puede distribuir agua a los barrios de esa comunidad, no lograba captar la cantidad de agua suficiente, por lo que era prácticamente imposible dotar de agua a los hogares tonchigüenses en esas condiciones.
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Señaló que el lunes parecía que la presión mejoraba porque alcanzó a ingresar algo de agua al tanque, pero luego se debilitó y lo que se captó fue muy insuficiente para pensar en dotar siquiera a uno de los barrios de la cabecera parroquial de Tonchigüe.
Explica que, en el caso de Same, la dotación se puede dar porque hasta ese sector el agua alcanza a avanzar con la presión que se envía desde Esmeraldas y se distribuye una vez que se ha almacenado a lo largo de la tubería madre.
En todo caso esperaba que la presión con que llegaba el agua hasta ese sector mejorara y, en el transcurso de estos días, se pudiese dotar de agua potable, a través de las redes, a las familias tonchigüenses, particularmente de la cabecera parroquial que llevan varias semanas sin recibir el líquido vital.
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