Entre la
desesperación afloró el espíritu solidario de la ciudadanía.
En
medio de la tragedia y las vicisitudes por la que están atravesando los cientos
de damnificados por las inundaciones en barrios y comunidades rurales del cantón
Atacames, aflora la solidaridad de determinadas personas que, de una u otra
manera, tratan de ayudar a quienes están situaciones críticas luego de la
emergencia vivida entre el lunes y martes de esta semana.
Los
gestos de solidaridad se empezaron a
notar entre los propios afectados al momento mismo del desastre y, en cada
lugar, casi de manera simultánea.
“Entre
nosotros mismos nos estamos ayudando. En esa lancha estamos sacando las
personas de más al fondo, particularmente a niños y ancianos”, comentó un
angustiado morador de Súa mientras las aguas subían en los barrios de esa
localidad.
Improvisación.
En
los barrios de la ciudad de Atacames también se vivía la misma situación, al
igual que en La Unión de Atacames, en Tonchigüe y, en Tonsupa, aunque en esta
última parroquia en menor magnitud.
“Don
Amado Bone nos ayudó para improvisar un albergue allí en las instalaciones de
Ecocacao (organización campesina), mientras entre nosotros nos apoyábamos los
unos a los otros para poder sacar lo que alcanzábamos del interior de nuestras
viviendas que se sumergían en las aguas del desbordado río”, señaló Wilfrido
Trejo, habitante del recinto Abdón Calderón de la parroquia Tonchigüe.
Mariana
Velasco, quien fue una de las afectadas de uno de los barrios de la parroquia
Tonchigüe, mientras se encontraba en uno de los albergues provisionales,
reconoció que recibió la ayuda de muchas personas en los momentos vividos.
Comida.
“Don
Fabián Vera y su esposa, aunque ellos también tenían familias en situación
complicada, nos ayudaron a evacuar; igualmente la señora Nerelis Toala, quien
nos brindó comida a algunos de nosotros y hasta ahora, aunque con una llamada
está peguntando como estamos”, comentaba con cierta gratitud la humilde madre
de familia.
Dijo
que el párroco de la localidad también se había mostrado solidario en esta
situación y habían permitido que se albergaran que la casa cural.
“Don
Oswaldo Pinargote junto a los médicos de la localidad, también han estado cerca
de nosotros, aunque apoyándonos con una pastilla y dándonos la atención médica
en estas circunstancias”, comentó.
La
dama lamentó eso sí, que las autoridades parroquiales y municipales hayan
brillado por su ausencia hasta el jueves en la mañana en que ellos aún se
encontraban albergados, reconociendo que únicamente la concejala Sandra Zamora,
había ayudado a una parte de las familias damnificadas.
Víveres y colchones.
La
Presidenta del Gobierno Parroquial de Tonchigüe, Querida Holguín Ocampo, en
horas de la tarde del jueves, reiteró que ella ha estado coordinando algunas
acciones para canalizar ayudas hacia las personas afectadas, asegurando que,
con el apoyo del Club de Leones de Esmeraldas, habían conseguido 150 fundas de
víveres y, con otra gestión, estaban logrando otras 50 más para distribuirlas
entre las familias damnificadas.
“El
MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social) también nos ha ayudado con 10
colchones y unas camas pero, como usted comprenderá, eso no alcanza para todos
y tratamos de entregárselas a quienes más lo necesiten”, dijo la autoridad
parroquial.
Mientras
tanto, desde el Municipio se informó que se estaba levantando la respectiva
información, a través de la Unidad de Gestión de Riesgos, para llegar con la
ayuda necesaria hacia las personas damnificadas de las comunidades rurales y
barrios de la parroquia Tonchigüe.
Más ayuda
El
MIES también contribuyó considerablemente con el Municipio con camas, colchones
y víveres para que se distribuyan entre los más afectados de la tragedia
vivida.
Mientras
tanto, algunas agrupaciones preparaban actividades solidarias para seguir
apoyando a los damnificados, entre ellas el Canal 6 Tropicable, que tenía
previsto efectuar una teletón el día de ayer, mientras que para hoy, un grupo
de personas, había planificado una radiotón.
El
Municipio de Atacames también tenía abierto un centro de colecta de todo lo que
la ciudadanía pudiese aportar y para ayer en la noche había programado instalar
una pantalla gigante en la cancha múltiple para observar la noche amarilla,
solicitando que los asistentes lleven consigo lo que pudiesen colaborar, como
alimentos no perecibles, vituallas, alcohol antiséptico, repelentes, aguas e
hidratantes.