jueves, 15 de abril de 2010

En La Mina la tierra continúa partiéndose.


Desazón e incertidumbre es lo que se vive actualmente en el recinto La Mina, pues una gran parte del centro poblado se encuentra afectado por un considerable hundimiento que ha fraccionado la tierra y el cual con, cada lluvia, se incrementa considerablemente.
Nilo Bone, uno de los moradores del sector, cuya casa está amenazada de ser destruida en caso de que continúe el hundimiento, señala que se encuentran con mucha preocupación frente a este fenómeno y hasta el momento ningún técnico municipal ni gubernamental ha llegado al sector para auscultar el problema e indicarles cuales son las medidas que deben tomarse.
“Estamos viviendo en la incertidumbre, pues nadie nos dice qué debemos hacer. El derrumbe sigue avanzando y se acerca peligrosamente a mi casa y hay otras 3 familias en las mismas condiciones en esta comunidad”, señala el preocupado comunero.
Mientras tanto, Tarcila Correa, ama de casa del sector, también tiene amenazada su vivienda y nos cuenta que la tierra está cediendo poco a poco y no saben hasta donde avanzará esta situación, “con la primera lluvia del invierno empezó a ceder la tierra y ahora ha comido un trayecto considerable, por lo que no sabemos que podrá ocurrir con mi vivienda”, comenta la ama de casa.
De su lado, el Presidente de la Junta Parroquial de Tonchigüe, Julio Pinargote Ortiz, señala que desde su despacho han salido oficios informando sobre lo acontecido, desde el mes de enero anterior, “pero ni la municipalidad, ni las entidades de Gobierno a las que he apelado, han dado atención a la preocupación de los comuneros de La Mina”, indica la máxima autoridad de la parroquia Tonchigüe.
En todo caso, los moradores de La Mina, continuarán durmiendo a medias, pues no saben en qué momento, la tierra continuará rodando y con ella, de pronto, sus propias viviendas, poniendo en riesgo además la integridad física y la vida de cada uno de ellos.

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