sábado, 30 de julio de 2011

Eses fecales en arteria de barrio tonchigüense generaron malestar en vecinos.


La mañana del pasado miércoles los moradores de un sector del barrio El Centenario, de esta parroquia, observaron con asombro que, en una de las arterias del sector, se encontraba, a la intemperie, un  tarro con gran cantidad de eses fecales, lo que generó la atención y molestia de los dirigentes del barrio.

El dirigente barrial, David Álava Martínez, hizo público su malestar por esta situación, deduciendo que, al parecer, alguna familia vecina no tiene sanitario en su vivienda y hacen las necesidades en esa forma y luego la ponen en la calle como para que el recolector de basura se la lleve.

Indicó que, como es obvio, los operadores del recolector no toman esa cochinada y luego queda abandonada en la arteria dando un pésimo espectáculo al sector y emanando olores desagradables, lo que además se constituye en una vergüenza para el barrio.

Reconoció que es la primera vez que se observa esta situación en el sector, pero espera que ojalá esto no se vuelva a repetir y que la familia que hizo eso, tenga un poco de pudor y busque otra forma de evacuar sus desechos biológicos.

De otro lado el dirigente barrial, recordó públicamente a las autoridades parroquiales, que deben solicitar una inspección a la alcantarilla de aguas lluvias que se encuentra bajo la arteria de la calle Víctor López, “pues sé que hay personas que han conectado sus letrinas a esas tuberías, pues hay ocasiones que por las rejillas sumideras sube un olor que no se soporta y es por esa situación”, refirió Álava Martínez.

“Me gustaría que las autoridades sanitarias realicen una inspección al sector y se sancione, de ser posible, a quienes estén incurriendo en esa ilegalidad, pues las tuberías son para evacuar aguas lluvias solamente y la gente lo está utilizando como alcantarillado sanitario”, señaló.

Finalmente indicó que esta queja ya la han hecho conocer a las autoridades parroquiales y se ha difundido por los medios informativos locales, “pero parece que nadie escucha nuestro clamor”, enfatizó un tanto molesto.

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