La actividad turística en parroquia Tonchigüe, particularmente en el balneario de Same, incrementó su movimiento desde la noche de ayer, cuando empezó a arribar una considerable cantidad de turistas pese a la alerta Naranja decretada por la Secretaría Nacional de Riesgos, ante la posibilidad de fuertes oleajes provenientes del sur del continente.
Durante este día las playas de Same se observaron con una afluencia de turistas bastante aceptable, aunque para algunos servidores turísticos, se esperaba un movimiento mayor de visitantes por lo que se considera que, de alguna manera, la alerta naranja en la costa ecuatoriana, afectó considerablemente la actividad turística en esta zona.
La prohibición de salir a faenas de pesca también trajo consigo la dificultad de conseguir mariscos frescos en la parroquia Tonchigüe, población que se caracteriza por esa particularidad, pero en esta ocasión la tónica fue diferente y los turistas no encontraron la variedad de mariscos que suelen consumir en temporadas como estas.
Mientras tanto, las olas del océano no han mostrado todavía una conducta inusual, aunque en la pleamar las olas aumentaron su tamaño y se notó un ligero incremento en la subida del mar, pero nada más allá de lo normal, según refieren moradores de esta comunidad.
En todo caso se espera que el feriado transcurra con normalidad y sin ningún inconveniente por el bien de los turistas y de los servidores turísticos de esta zona que centran sus esperanzas de mejorar su escuálida economía en temporadas vacacionales como las que estamos viviendo.
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