jueves, 18 de agosto de 2011

Preocupación por posibles galletas escolares caducadas en escuelas tonchigüenses.


Un padre de familia de una de las escuelas de la cabecera parroquial de Tonchigüe, se acercó hasta la redacción de este portal, para informar que, a dos de sus hijas, les habían entregado igual número de galletas escolares cuya fecha de caducidad estipula julio del 2011.

            Y, en efecto, tal como lo indicaba el preocupado padre de familia, las galletas denominadas nutrico, en su empaque muestran como fecha de elaboración enero del 2011 y fecha de caducidad julio del 2011, estableciéndose como tiempo máximo de consumo 6 meses. Es decir hasta el pasado lunes en que se denunció este hecho, tenían 15 días caducadas y tomando en consideración aquello no sería recomendable su consumo.

            Las galletas son aquellas que entrega el Programa Alimentación Escolar del Ministerio de Educación, razón por la que el padre de familia mostró su interés de hacer público este hecho para que, en los planteles educativos, verifiquen la fecha de caducidad de estos productos y se evite poner en riesgo la salud de los infantes al consumir este tipo de alimentos.

            Sobre este asunto consultamos en los 3 planteles educativos del nivel primario que se asientan en esta cabecera parroquial y ninguno de ellos confirmó tener galletas en ese estado, verificándose que les había llegado nuevos productos cuyos empaques y cartones señalaban como fecha de caducidad, el mes de agosto del 2011, por lo que deben distribuirlas en lo que resta de este mes.

            En el caso de la escuela Tonchigüe, algunas de las galletas tienen fecha de caducidad en el mes de septiembre de este año, mientras que en la Escuela Victor Sabin, se indicó que sólo una vez les llegó eso tipo de galletas pero en poca cantidad, por lo que fueron  repartidas inmediatamente y, en la actualidad, ya no cuentan con ellas.

            En todo caso, la preocupación del padre de familia que reveló esta situación, se dio por cuanto en los medios de información nacional, en la semana anterior, informaron sobre una intoxicación masiva en un plantel educativo guayaquileño y se presumía que la causa de las intoxicaciones era el consumo de las galletas que se distribuyen como colación escolar, aunque luego trascendió que las galletas no tenían nada que ver en ese asunto.

Sería recomendable que los maestros una vez que reciban los productos del Programa Alimentación Escolar, verifiquen la fecha de caducidad y estos sean entregados a los estudiantes con todas las precauciones del caso, distribuyendo los más próximos a caducar en primera instancia y posteriormente los restantes antes de que estos lleguen al tope de la fecha de su caducidad.

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