Un refugiado de nacionalidad colombiana, fue brutalmente agredido y amenazado con ser asesinado en plena Playa de Atacames, entre las 20 y 21 horas de un día de la semana anterior, refiriendo que fueron dos personas de tez negra que le atacaron, una vez que el intentó huir cuando se dio cuenta que eran malhechores.
El afectado que responde a los nombres de, Víctor Morales y quien se identificó como un monje Hare Krishna, dedicado al comercio, señala que poco antes de la agresión, él se encontraba en la playa de Atacames, cantando un rosario, “que me hacía falta como de costumbre en mi vida espiritual y dos hombres me llamaron, de inmediato presumí que eran choros y salí corriendo, pero me alcanzaron”, refiere el perjudicado.
Agrega que él lo que hizo fue arrodillarse y en ese instante uno de los sujetos lo encuelló y el otro le quito el canguro, “ellos creían que ahí tenía plata, pero lo que habían eran folletos, mi celular y no más de tres dólares”, añade el infortunado, indicando que en u bolsito llevaba un rosario y hasta ese símbolo religioso se le llevaron.
Agrega que una vez que los antisociales se dan cuenta que no llevaba suficiente dinero sacan una pistola para matarle, relatando que está seguro que le quisieron asesinar porque buscaban una botella plástica para que la detonación no sonara fuerte.
Indica el maltratado ciudadano que al notar las intenciones de sus agresores empieza a gritar pidiendo auxilio y, por el instinto de supervivencia, golpea a uno de sus agresores con el codo, mientras que el otro se le abalanza y, entre los dos luego le golpean en diferentes partes del cuerpo.
Explica que luego de los golpes los dos antisociales se marcharon y lo dejaron a él tendido en la arena todo malherido, “como pude me levanté y me fui gateando hasta que varios vecinos que pasaban por el lugar me auxiliaron”, señala.
Manifiesta que ahora que ha vivido para contar esta lamentable historia, considera que ha vuelto a nacer, refiriendo que mientras era agredido, una señora pasaba por el sector, pero no hizo nada por ayudarle, “pues quizás tuvo temor de comprometerse”, agrega el afectado.
Luego de esa brutal agresión recibida pide justicia y hace un llamado a las autoridades policiales del cantón Atacames para que despierten, “pues ser policía no es simplemente dar una vuelta y luego regresar a la estación policial, sino que es también buscar formas y alternativas de atrapar a los ladrones, tal vez vistiéndose de civiles o cualquier estrategia que les de los resultados que la ciudadanía espera para estar más seguros en esta urbe”, concluye señalando el afectado ciudadano extranjero.
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