En una reunión de socialización efectuada en la mañana del último
sábado, los propietarios de la Hostería ‘El Acantilado’, ubicada en la
parroquia Tonchigüe, hicieron público el proceso de licenciamiento y plan de
manejo ambiental que llevan adelante.
La explicación la detalló Manuel Pallares, explicando que los dos
principales impactos ambientales que han podido identificar son los desechos
sólidos que se producen en la cocina y las aguas servidas que, como en todo
complejo turístico, se generan en las habitaciones.
Indicó que, en el primer caso, para minimizar los impactos, trabajan con
la separación de la basura en lo que es orgánica e inorgánica, refiriendo que
la orgánica, de primera calidad, es llevada por algunos empleados que la
utilizan como alimento para cerdos y la restante la ubican en sitios
estratégicos para transformarla en abono o compost.
“Lo único que entregamos al vehículo recolector del Municipio es la
basura inorgánica, esto es, plástico, vidrios, papel, entre otros”, aseguró.
Las aguas servidas.
Mientras tanto, en lo que respecta a las aguas servidas, aseguró que
estas funcionan a través de sistemas de pozos sépticos los cuales han sido
construidos en sitios estratégicos donde el suelo permite mayor absorción y
contiene bacterias que facilitan la disolución de los desechos.
“En el Acantilado no tenemos mayor contaminación por aguas servidas, no
hay malos olores ni aguas contaminando el medio ambiente”, aseguró.
Dijo también que el abastecimiento de agua para uso doméstico lo hacen
desde un pozo de captación natural y
para el consumo humano se la hierve.
Agregó que al interior del complejo turístico tienen también un cuidado
especial de la vida silvestre, pues antes de su construcción todo era área de
potreros y actualmente hay una diversidad de vegetación, así como diversos
tipos de animales.
Cuidado natural.
Refirió que para mantener la imagen natural del sector han tomado
algunas medidas, entre ellas la prohibición de ingresos de mascotas que puedan
afectar a la fauna del lugar y no se permite el uso de insecticidas ni
elementos químicos para ahuyentar mosquitos.
Comentó que para prevenir la proliferación de plagas tratan de utilizar
estrategias naturales, como la siembra de musgos que atraen agua y pequeños
sapitos que consumen las larvas que puedan producir los mosquitos.
Dijo finalmente que el estudio de impacto ambiental y la socialización,
es un requisito para que el Ministerio del Ambiente les otorgue la Licencia
Ambiental que cada dos años deben obtener, lamentando la ausencia de los
líderes comunales y de algunas autoridades parroquiales y del Ministerio del
Ambiente que fueron invitadas a la reunión en que se socializó el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario