miércoles, 6 de agosto de 2014

Legumbreros continúan frente a mercado de Tonchigüe.


Los comerciantes de legumbres que, durante los días domingo, se ubican en un espacio público, frente al Mercado Municipal de la parroquia Tonchigüe y que por decisión de las autoridades parroquiales, fueron impedidos de continuar en ese sector, se mantienen en el mismo lugar, pues durante todo el pasado día domingo se los observó laborando normalmente hasta entrada la noche, aunque con los productos en el interior de sus respectivos vehículos y no a campo abierto como lo hacían anteriormente.

Uno de los comerciantes, Wilson Sánchez, refirió que ellos se mantenían en el lugar porque habían enviado una carta a la Municipalidad de Atacames explicando sus razones para permanecer en el sitio, señalando que aunque, hasta ese domingo, no tenían un documento oficial de autorización para mantenerse en ese sitio, confiaban en que las autoridades edilicias, particularmente el Alcalde, les otorgue el permiso correspondiente.

Indicó que han intentado hablar con las autoridades parroquiales para llegar a algún acuerdo, pero lamentablemente los diálogos no han podido concretarse y, por ello, se mantiene la incertidumbre de su permanencia en el sector donde vienen laborando desde hace más de 8 años, sin inconveniente alguno.

Reconoció que en los actuales momentos no pagan ninguna taza al organismo parroquial, como sí lo hacían hasta el año 2013 con la anterior administración local, dejando entrever que no estaban opuestos a continuar colaborando con algún tributo que deban realizar para beneficio de la población, agregando que también han considerado dejar de vender productos de abarrotes y sólo ofertarán frutas y legumbres.

Debemos recordar que, en días pasados, la Presidenta del Gobierno Parroquial de Tonchigüe, Querida Holguín Ocampo, hizo público el hecho de que no se les permitiría continuar en ese lugar debido a que quienes comercializan en ese sector dejan sucia el área y ya no venden sólo legumbres, sino otros artículos de abarrotes y, con ello, se perjudicaba a los comerciantes de la localidad que pagaban arriendos y sus respectivos impuestos.

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