Comitiva municipal distribuyó dulces caducados.

 

Una humilde dama habitante del recinto La Mina, parroquia Tonchigüe, Aida Rosero Rosero, hizo pública su preocupación porque, a decir de ella, una comitiva municipal que encabezaba el Alcalde de Atacames, Byron Aparicio Chiriboga, visitó la escuela de esa localidad el pasado martes 16 de diciembre y repartió confites y caramelo a los niños y niñas del indicado plantel educativo, entre ellos, algunos caducados.

            La dama refiere que fue una señorita, integrante de la misma comitiva, la que advirtió a los niños de que los dulces, con fecha de caducidad, no podían ser consumidos, “de ahí llegó uno de los que andaban allí y le había dicho a la Señorita (Profesora), tome estos caramelos pero están caducados”, dijo la humilde moradora de La Mina.

            Ella reconoció que no estaba cerca de los niños y niñas cuando repartían los caramelos y, por ello, no sabe a ciencia cierta que repuesta dieron las personas que andaban repartiendo los dulces con respecto a los confites caducados.

            Señaló que algunos niños y niñas sí llevaron a sus casas esos caramelos, añadiendo que hace 3 días un padre de familia consumió 3 de ellos y luego tuvo ciertos malestares estomacales por lo que debió acudir a una clínica asistencial, aunque desconoce el diagnóstico médico al respecto, pero presume que fue por la ingesta de los dulces caducados.

            Agregó que tres días después, una comisión de su comunidad, se trasladó al Recinto Crisanto para cumplir con un compromiso deportivo y allí les indicaron que también habían recibido caramelos caducados por parte de la misma comitiva municipal.

            “El Señor Alcalde si regala que regale cosa buena, porque nadie le está pidiendo. A nosotros nuestros niños no nos están haciendo estorbo, ¿y si nos los hubiera matado?, se preguntó la dama, considerando que el riesgo pudo haber sido mayor.      

Sobre la preocupación relatada por la dama, el Alcalde de Atacames, vía telefónica con el autor de esta nota, confirmó que, en efecto, una empresa cuyo nombre no reveló, les había donado algunos confites con fecha de caducidad pasada y que ellos, como autoridades municipales, no habían detectado porque en el lugar donde estaba marcada la fecha, habían ubicado el semáforo que indica las cantidades de azúcar, grasa y sal, mientras que otros habían sido borrados con marcador de color negro.

“Una vez que detectamos eso, retiramos esos caramelos y no seguimos repartiendo”, aseguró el burgomaestre, señalando que algunos de esos dulces también fueron distribuidos por  los concejales atacameños.

            Debemos señalar que también hicimos consultas a través del internet sobre los riesgos de consumir dulces caducados, pero ninguna página arrojó resultados precisos sobre el tema que nos atañe, únicamente la página www.mujerhoy.com, se refiere a la mermelada y chocolates, señalando que estos dulces pueden ser consumidos indefinidamente, pues lo único malo es que tienen una pérdida progresiva del sabor.

            Por su parte, www.efesalud.com, señala que los alimentos no deben ser consumidos una vez superada la fecha de caducidad, destacando una cita textual de Alfonso Carrascosa, experto en seguridad alimentaria del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, quien manifiesta: “Puede haber microbios patógenos que desencadenen una enfermedad”, agregando que el científico recalca que la fecha de caducidad es aquella “a partir de la cual un alimento no es apto para el consumo”, reconociendo que existen productos que no llevan esa fecha, porque no caducan.

            La nota destaca que entre los alimentos que no caducan hay algunos que facilitan una fecha de consumo preferente, que es el límite para que el producto conserve en óptimas condiciones sus características organolépticas, esto es, sabor, aroma y textura. “Superada esa fecha no hay riesgo para la salud, tan solo puede estar menos sabroso”, apunta el experto.