viernes, 12 de febrero de 2016

Oleajes causan estragos en Atacames.


El mayor destrozo se encuentra en el malecón del principal balneario.

El malecón de Atacames parcialmente destruido, el área de pesca de la parroquia Tonchigüe considerablemente afectada, un muro de hormigón destrozado y palmeras caídas, son varias de las afectaciones que han dejado los fuertes oleajes que se han suscitado en los últimos días en las costas del cantón Atacames.

En el balneario de Atacames, según Eduardo Vilela, quien tiene un local de comida en la zona, las afectaciones empezaron a notarse mayormente desde el fin de semana anterior, cuando el muro de contención empezó a ceder en algunos tramos.

Indicó que como los oleajes se mantuvieron en estos últimos días la afectación se tornó considerable y ha dañado parte del adoquinado de la calle, amenazando inclusive a grandes infraestructuras hoteleras que existen en esa zona.

Preocupación.

“Los turistas que estuvieron por aquí también mostraron su asombro por lo que veían. Ahorita ya no hay, ojalá quieran regresar por este lugar”, comentó.

El humilde servidor turístico refirió que, a su criterio, por la magnitud de los daños y los riesgos que representan, las autoridades competentes deberían tomar cartas urgentes en el asunto.

El muro de contención del malecón actualmente destruido fue construido por la administración municipal anterior y, se habían empezado a afectar, desde hace varios meses atrás y, con los fuertes oleajes últimos, sucumbió definitivamente.

Sobre esta situación las autoridades municipales no se habían pronunciado hasta el miércoles en la mañana, pues ese día mantenían una reunión de trabajo.

Otros daños.

Los oleajes también han causado ciertos estragos en el área de pesca de la parroquia Tonchigüe, cuyos pescadores pasan mil dificultades para acoderar sus embarcaciones y ubicarlas de tal manera que no sean arrastradas por las olas del mar.

En esa área, las aguas del mar han socavado el suelo y han dejado un barranco considerable, lo que dificulta el acoderamiento de las embarcaciones, por lo que algunos propietarios se han visto obligados a ubicarlas sobre la calle.

El mar también destruyó un muro de hormigón ubicado frente al complejo Habitacional Palmares del Muelle, que colinda con el cementerio general de esta parroquia, donde inclusive una palmera se fue al piso.


Frente al camposanto, las olas del mar socavaron la arena y está dejando al descubierto las raíces de las palmeras que están plantadas en ese sitio y algunas de ellas amenazan con caerse en cualquier momento.

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