Los habitantes y
moradores de la comunidad San Antonio de Chipa, en la parroquia San Francisco
del Cabo, cantón Muisne, temen quedarse sin el área
poblacional, debido a que el propietario de la tierra en donde se asentó la población,
ha incluido en sus escrituras las 2 hectáreas que había donado hace algunos
años para el asentamiento de la comunidad, según lo detalla el periódico
virtual Muisne Informa.
La preocupación de los comuneros aumenta
porque, en ese lugar, se encuentran las áreas de recreación de la comunidad, la
iglesia, escuela y otros bienes que algunas Organizaciones No Gubernamentales
(ONGs), han entregado a la comunidaed.
La nota agrega que varios moradores y
dirigentes de la comunidad acudieron el pasado lunes hasta las oficinas del
Banco Nacional de Fomento (BNF) de Muisne, con la finalidad de entrevistarse
con algunos directivos de esta institución y buscar algún tipo de solución al
problema, ya que en estos momentos las tierras están hipotecadas por créditos a
esa entidad bancaria estatal.
Finalmente se indica que son alrededor de
30 familias las que viven en el centro poblado y que podrían ser afectadas si
es que no se llega a ningún acuerdo para que el área poblacional permanezca
como tal.
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