viernes, 6 de noviembre de 2015

Baja de turistas preocupa a servidores atacameños.


Son varias las razones que, según los servidores turísticos, están mermando la afluencia de visitantes.

La baja afluencia de turistas durante el lapso vacacional del fin de semana anterior y los festivos de difuntos e independencia de Cuenca, dejó un sabor nada agradable entre los servidores turísticos del balneario de Atacames.

Los motivos de la baja afluencia, para algunos de ellos, son varios, desde la presunta falta de circulantes que está afectando a todos los hogares ecuatorianos, hasta los posibles efectos de inseguridad, falta de servicios básicos, altos precios de los productos y la falta de promoción turística, sumado a ello los anuncios de oleajes y aguajes.

“Yo creo que no circula el dinero y por esa razón es que la gente no sale mucho”, comentó el cevichero, Bienvenido Mosquera, criterio con el que coincidía Dunia Lajones, expendedora de comida preparada.

Mosquera dijo que también faltaba mayor promoción turística y confiaba en que para los feriados de navidad y año nuevo, las autoridades municipales se preocupen más en ese aspecto.

Mejorar servicios.

Para Félix Mendoza, quien vende ceviches, la situación es que no se está mejorando para nada en algunos puntos precisos, como la deficiencia de agua potable e inseguridad.

“El turista quiera más y cada día hay playas nuevas que están saliendo y, en estas playas nuevas, los alcaldes, los prefectos y las autoridades nacionales están procurando darle lo mejor que puedan, porque cada día la competencia es mayor y si no entramos a competir en buena forma, jamás vamos a salir de donde estamos”, dijo Mendoza.

Lo manifestado por el servidor turístico, de alguna manera, fue compartido por algunos turistas, entre ellos, Gina Guanoluisa, proveniente de Quito, quien refirió que, a su criterio, la falta de agua potable es una necesidad que debe solucionarse urgentemente.

Seguridad.

Paul Cabral, turista quiteño, dijo que para él, lo primordial es que se brinde seguridad al turista, “siempre y cuando haya seguridad y limpieza en las playas es un punto muy a favor para tomar la decisión de visitar un determinado lugar”, comentó.

Mientras tanto, uno de los pocos servidores turísticos que se sentía satisfecho con la temporada, Frixon Rodríguez, quien oferta de manera ambulante arroz con leche, dijo que él había vendido, de su producto, entre 100 y 150 tarrinas por día.

Reconoció que pudo haber sido mejor la temporada, “pero por los anuncios de los aguajes creo que a muchos les dio miedo y no vinieron”.

Ese criterio también lo reflejó Andrés Ramírez, servidor turístico del balneario de Same, así como Bernabé Solís, del mismo sector, quienes dijeron que siempre, en vísperas de los feriados, se hacen ese tipo de anuncios y, de alguna manera, se afecta la presencia de turistas en los balnearios.

Situación económica,

Roxana Rosales, quien dijo que era la primera vez que trabajaba con comida preparada en este tipo de feriados, dijo que a su criterio, la baja de turistas se da por la negativa situación económica que vive el país y la mayoría de quienes antes salían, la mayoría de la sierra ecuatoriana, optan por otras alternativas más cercanas y, por ende, más económicas.


En lo que sí coincidieron los tres servidores turísticos de Same es que, pese a la baja afluencia de turistas, la actividad económica fue bastante significativa y, al menos, les deja algún rédito para cubrir ciertas deudas.

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