Son varias las razones que, según los servidores
turísticos, están mermando la afluencia de visitantes.
La baja afluencia de turistas durante el lapso vacacional del fin de
semana anterior y los festivos de difuntos e independencia de Cuenca, dejó un
sabor nada agradable entre los servidores turísticos del balneario de Atacames.
Los motivos de la baja afluencia, para algunos de ellos, son varios,
desde la presunta falta de circulantes que está afectando a todos los hogares
ecuatorianos, hasta los posibles efectos de inseguridad, falta de servicios
básicos, altos precios de los productos y la falta de promoción turística,
sumado a ello los anuncios de oleajes y aguajes.
“Yo creo que no circula el dinero y por esa razón es que la gente no
sale mucho”, comentó el cevichero, Bienvenido Mosquera, criterio con el que
coincidía Dunia Lajones, expendedora de comida preparada.
Mosquera dijo que también faltaba mayor promoción turística y confiaba
en que para los feriados de navidad y año nuevo, las autoridades municipales se
preocupen más en ese aspecto.
Mejorar servicios.
Para Félix Mendoza, quien vende ceviches, la situación es que no se está
mejorando para nada en algunos puntos precisos, como la deficiencia de agua
potable e inseguridad.
“El turista quiera más y cada día hay playas nuevas que están saliendo
y, en estas playas nuevas, los alcaldes, los prefectos y las autoridades
nacionales están procurando darle lo mejor que puedan, porque cada día la
competencia es mayor y si no entramos a competir en buena forma, jamás vamos a
salir de donde estamos”, dijo Mendoza.
Lo manifestado por el servidor turístico, de alguna manera, fue
compartido por algunos turistas, entre ellos, Gina Guanoluisa, proveniente de
Quito, quien refirió que, a su criterio, la falta de agua potable es una
necesidad que debe solucionarse urgentemente.
Seguridad.
Paul Cabral, turista quiteño, dijo que para él, lo primordial es que se
brinde seguridad al turista, “siempre y cuando haya seguridad y limpieza en las
playas es un punto muy a favor para tomar la decisión de visitar un determinado
lugar”, comentó.
Mientras tanto, uno de los pocos servidores turísticos que se sentía
satisfecho con la temporada, Frixon Rodríguez, quien oferta de manera ambulante
arroz con leche, dijo que él había vendido, de su producto, entre 100 y 150
tarrinas por día.
Reconoció que pudo haber sido mejor la temporada, “pero por los anuncios
de los aguajes creo que a muchos les dio miedo y no vinieron”.
Ese criterio también lo reflejó Andrés Ramírez, servidor turístico del
balneario de Same, así como Bernabé Solís, del mismo sector, quienes dijeron
que siempre, en vísperas de los feriados, se hacen ese tipo de anuncios y, de
alguna manera, se afecta la presencia de turistas en los balnearios.
Situación económica,
Roxana Rosales, quien dijo que era la primera vez que trabajaba con
comida preparada en este tipo de feriados, dijo que a su criterio, la baja de
turistas se da por la negativa situación económica que vive el país y la
mayoría de quienes antes salían, la mayoría de la sierra ecuatoriana, optan por
otras alternativas más cercanas y, por ende, más económicas.
En lo que sí coincidieron los tres servidores turísticos de Same es que,
pese a la baja afluencia de turistas, la actividad económica fue bastante
significativa y, al menos, les deja algún rédito para cubrir ciertas deudas.
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