La falta de conciencia en los pescadores de la parroquia Tonchigüe, continúa provocando que, en la playa de esa localidad se observen vísceras y todo tipo de desperdicios de mariscos mostrando una imagen deprimente y anti higiénica a propios y turistas.
Marcos Morales, Relacionador Público del Retén Naval de la parroquia Tonchigüe, sobre esta situación señala que se ha dialogado permanentemente con cada uno de los pescadores, habiéndoseles indicado los perjuicios que causan los desperdicios en la playa, “no sólo por ornato, sino por salubridad del sitio en que ellos mismos trabajan, pero no nos hacen caso”, señaló.
Asegura que a él le consta haber observado a gran cantidad de desperdicios, particularmente de rallas, que quedan esparcidos en la arena y luego cuando el agua sube, las olas se encargan de esparcirlo mucho más y se hace imposible bañarse en el sitio en esas condiciones. “Hasta las aves de rapiña se agrupan en gran cantidad lo que denigra la imagen de esta linda playa”.
Indicó que, con el diálogo permanente, han buscado cambiar la costumbre de la ciudadanía pero no se ha logrado, pues se evitaba llegar a tomar medidas represivas y sancionadoras, “pero la misma población nos está obligando a que tomemos esas medidas”, refirió.
Señaló que la sugerencia jurídica que les han hecho al respecto es que se tomen fotografías a los pescadores y embarcaciones, así como a los desperdicios, en los momentos en que se esté cometiendo esta irregularidad. “Con esa fotos emitimos un informe a la Capitanía de Puerto y, desde allá, con esas evidencias, entiendo, se autorizará la detención de la embarcación y hasta del autor o autores del hecho”, añadió.
Reiteró que han evitado por todos los medios emprender con esas medidas “y espero que eso no ocurra, porque lamentablemente la detención de una embarcación o la de un pescador, causará perjuicio en la familia de éste y del propietario de la lancha, pues perderán uno ó más días sin trabajar y, además, deberán pagar hasta una multa”, dijo el marino.
Por ello insistió en su llamado a los pescadores para que eviten continuar arrojando desperdicios a la playa, recomendándoles que otorguen un mejor tratamiento a los mismos, ya sea guardándolos en fundas herméticamente cerradas y entregarlas al vehículo recolector si en ese momento pasa por el sector, caso contrario, guardarlas en un sistema de frío hasta poderla evacuar.
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