Se prevé aceptable temporada de Semana Santa en playas de Same.

En el transcurso de esta semana se ha empezado a notar la presencia regular de turistas que visitan las playas de la parroquia Tonchigüe, particularmente del balneario de Same, lo que hace prever que la temporada de Semana Santa será más o menos aceptable para los servidores turísticos de esa zona.

            Algunos de ellos consideran que aunque hay cierto escepticismo para esta temporada, hay la ventaja de que nuestra provincia, al menos hacia la zona sur, ha sido la menos devastada por el invierno y, es posible, que los turistas opten por visitar masivamente los balnearios de esta zona. 

            La presunción de los que piensan de manera optimista, parece tener razón, pues desde inicio de esta semana se ha ido notando un incremento en la llegada de turistas que se hospedan, en su mayoría, en los condominios del Complejo Turístico Casa Blanca, quienes, de una u otra manera, facilitan trabajo temporal a una gran cantidad de amas de casa que prestan servicio doméstico al interior de los diferentes departamentos que componen los indicados condominios.

            Por otro lado, también se benefician, de alguna manera, las personas que se dedican a la comercialización de mariscos y que, en temporadas como estas, incrementan su actividad comercial, particularmente en la cabecera parroquial de Tonchigüe, donde los turistas acuden para adquirir los productos marinos que diariamente arriban a la playa de esa localidad.

            La novedad en esta ocasión, es que los productos marinos se han escaseado de manera considerable y se teme un alza de precios de los mariscos, más allá de lo habitual, durante esta temporada. La escasez se atribuye a la poca producción que está generando el mar en los últimos días, al parecer, por las fuertes corrientes internas y por el cambio permanente de temperatura  del océano, lo que hace difícil la captura de los peces.

            En todo caso, pese a las dificultades para la escasez de mariscos, se espera que tanto los servidores turísticos, como los comerciantes atiendan bien a los turistas, sin explotarlos y facilitando un producto de calidad y a precios justos.