El pasado sábado en horas de la tarde, a la altura de la desembocadura del río Tonchigüe, se pudo observar una embarcación que intentaba practicar la pesca de arrastre con uno de los denominados chinchorros, pesca que, según el Acuerdo Ministerial 2305, publicado en el Registro Oficial el 15 de octubre de 2009, está prohibida dentro de las ocho millas náuticas, desde la línea del perfil costanero continental, área reservada de pesca exclusiva para los pescadores artesanales.
Este hecho fue criticado por el Presidente de la Cooperativa de Producción pesquera Artesanal “21 de Enero”; Gerardo Estupiñán Solórzano, señalando que, de lo que conoce, esta pesca la han venido realizando desde hace varios días y lamentó que las autoridades marítimas no controlen esa situación.
Refirió que, felizmente, ese día sábado, estaba un equipo de la Subsecretaría de Recursos Pesqueros en la parroquia Tonchigüe y ellos auscultaron la ilegalidad que se estaba cometiendo en ese momento, por lo que solicitaron a los miembros del Retén Naval que intervengan en esta situación.
“Los marinos se acercaron a la lancha y le obligaron a recoger el trasmallo, aunque yo tengo entendido que este tipo de material debe ser incautado, pero no lo hicieron”, refirió el dirigente de los pescadores.
Señaló que desconocía quien en era el propietario de ese material, aunque había notado que no son personas oriundas de esta parroquia las que estaban efectuando esas tareas, pues a su criterio son personas de Manabí que se encuentran en esta parroquia haciendo de las suyas con ese chinchorro.
Señala que está comprobado que con ese material se va destruyendo todo el ecosistema de la orilla del mar, exterminado la mayoría de las especies, lo que podría generar que, en un futuro no muy lejano, los pescadores tonchigüenses, se queden sin productos para pescar.
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