jueves, 17 de abril de 2014

Fallece nonagenaria dama tonchigüense luego de una caída.


“Me voy a morir mija. Cuídelos a José Manuel y a Johao (sus nietos), cuídese Usted”, fueron las últimas palabras que pronunció Doña Lilian, dirigiéndose a su hija Pércide, poco antes de que su vida se extinguiera en la mañana de ayer miércoles 16 de abril, en un sector de la parroquia Calderón, Cantón Portoviejo, provincia de Manabí.

            Doña Lilian Teresa Torres Veintimilla, una ciudadana que los últimos 40 de sus 90 años de vida, los vivió en la parroquia Tonchigüe del cantón Atacames, falleció al cuidado de su hija Pércide Micolta que, por situaciones de trabajo, hoy se encuentra residiendo en el lugar donde su madre se despidió para siempre de ella.

            La atribulada hija comenta que su madre tenía ya dificultades para caminar y en la mañana del martes 15 de abril, mientras se dirigía al baño de la vivienda, pierde el equilibrio y se cae de sus propios pies. Señala que de inmediato dijo su madre que había sentido un dolor en el vientre y la llevó hasta el Hospital Verdi Cevallos Valda de Portoviejo, donde la atendieron y, ese mismo día, le dieron de alta considerando que el caso no representaba mayor gravedad.

            “Fue en la madrugada de ayer (miércoles), cuando se despertó y dijo que sentía un dolor en el vientre, asegurando que se iba a morir. Mientras me hablaba su voz se apagaba. Enseguida la llevamos nuevamente al hospital como eso de las 7 de la mañana y allá los médicos nos dicen que ya no hay nada que hacer, que ha fallecido”, explicó la acongojada hija.

            Agregó que, como ella trabaja con servicio de alimentación con una empresa de la parroquia donde hoy reside, optó por trasladar a su madre en la camioneta de su esposo, en la tarde del miércoles, hasta la parroquia Tonchigüe donde está siendo velada en el domicilio que fuera de la extinta, ubicado en el barrio Manila. Para hoy jueves 17 de abril, desde las 14:00, se oficiará la misa de cuerpo presente en la Iglesia Virgen de Lourdes de esta localidad y, una vez culminado el rito religioso, sus restos mortales serán trasladados hasta el cementerio general de esta misma parroquia.

            Doña Lilian, como se la conocía en Tonchigüe, fue muy conocida y apreciada en esa población. Humildemente se ganaba la vida vendiendo bocaditos y aperitivos como yapingachos, humitas y tortillas de choclos que, mientras pudo, los recorría por  las calles de esa localidad. Destacaba por su aprecio al baile y era admirada por sus suaves y excelentes movimientos que, pese a su edad, efectuaba al compás de la salsa, cumbia o merengue, los géneros musicales que mejor dominaba ella en cualquier pista de baile.

            Debemos señalar finalmente que, Doña Lilian, en su paso por la vida, procreó 8 hijos: 4 varones y 4 mujeres, de los cuales 3 varones han fallecido.

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