Nuevamente la
presencia de una gran cantidad de pinchaguas en descomposición incomodó a una
gran parte de la población tonchigüense, esta vez en el estuario del río
Tonchigüe, cuyo cauce colinda con los barrios San Antonio, Manila y El
Centenario.
De acuerdo a versiones de moradores
de los barrios mencionados, los indicados peces en descomposición se empezaron
a observar al anochecer del día jueves por lo que presumían que, alguna persona
sin ningún sentido de respeto a la naturaleza, los arrojó a la ría y luego se
esparcieron causando la preocupación de
los habitantes de la zona, pues con toda seguridad estos empezarían a emanar
malos olores con el pasar de las horas.
A decir de algunos moradores esta
situación se está tornando preocupante porque hace pocos días también ocurrió
lo mismo en una extensa área de la playa que afectó hasta el balneario de Same,
pues una gran cantidad de pinchagua se descompuso a la intemperie y los malos
olores incomodaron a propios y turistas por más de una semana.
Ante esta repetitiva situación, la
ciudadanía tonchigüense espera que sus autoridades locales, intensifiquen
gestiones ante los organismos ambientales competentes para que realicen una
exhaustiva investigación y se identifique a quienes son los autores de este
atentado a la naturaleza a fin de que sean castigados con todo el rigor de la
ley y se siente un precedente para que hechos como estos no vuelvan a repetirse
en esta productiva población.
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