Acompañado por melodías de la música rockolora y del pentagrama nacional, que entonaba un grupo de músicos contratados para el efecto y cuyas melodías le apasionaron mientras él estaba en vida, fue sepultado la mañana del pasado martes el humilde pescador tonchigüense, Franklin Glen Marín Quijije, de 55 años de edad, quien falleció el pasado domingo como producto de un infarto cardiorespiratorio que le habría provenido por el incremento de la glucosa en su sangre.
El cadáver del humilde padre de familia, fue velado en su hogar por dos noches consecutivas, a pedido de familiares que provenían de la provincia de Manabía de donde él era oriundo.
El cortejo fúnebre fue bastante considerable, desde que el féretro con su cuerpo fue sacado de su vivienda y trasladado hasta la Iglesia Católica de la localidad, donde se ofició la misa de cuerpo presente, posteriormente, el cadáver se ubicó en una camioneta y se recorrieron los aproximadamente 500 metros que separan a la cabecera parroquial de Tonchigüe del campo santo de esa localidad.
En el cementerio, cuando el cuerpo era depositado en la tumba fría donde descansará por siempre, se vivieron escenas de dolor por parte de sus más cercanos familiares que tenían dificultades para resignarse y darle el último adiós.
No obstante, el sepelio debía efectuarse y así se hizo, mientras el grupo de músicos no dejaba de entonar las melodías de la música que a él tanto le apasionaron en su paso por la tierra y, al final, el cuerpo del humilde pescador, quedó descansando en un lugar del cementerio tonchigüense, frente al inmenso océano pacífico, en cuyas aguas, mientras estuvo en vida, buscó el sustento diario para él y su familia.
Glen Marín, había llegado a Tonchigüe hace más de 30 años, proveniente de la provincia de Manabí y, en esa parroquia atacameña, se dedicó a la actividad de la pesca, siendo muy conocido y apreciado por la mayoría de los tonchigüenses que se dedican a la actividad pesquera.
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