La buena voluntad de las autoridades parroquiales y de los
voluntarios que participan de las mingas de limpieza que se desarrollan previo
a los feriados en la playa de la parroquia Tonchigüe, se ve limitada por el
accionar de pescadores de la misma población que, sin medir las consecuencias,
arrojan los desperdicios de mariscos a la playa y estos se esparcen mostrando
una imagen deprimente y antihigiénica a la vista de propios y turistas.
Esta
situación fue la que se pudo observar el viernes 8 de febrero en la tarde en el área de
bañistas de la parroquia Tonchigüe, donde se apreciaban dos cabezas de raya y
varios gallinazos haciendo de las suyas con estos desperdicios, mientras varias
personaban caminaban por la playa y observaban con cierta nostalgia y
preocupación el desagradable cuadro.
Este hecho
llama mayormente la atención porque, dos días antes, en el mismo sector, se
había realizado una minga de limpieza, no obstante, a vísperas de un importante feriado se
observaban los desperdicios de mariscos dejando traslucir una cuadro de
descuido y, con ello, perjudicando la imagen turística que se debe proyectar de
esta importante playa del sur de nuestra provincia.
Lo relatado
muestra que hay personas dedicadas a la pesca que, al parecer, aún no hacen
conciencia del perjuicio que causan a la actividad turística con la mala
costumbre de arrojar los desperdicios de mariscos por doquier, por ello se
insiste en el llamado a los pescadores de la zona para que eviten continuar
realizando esta denigrante acción.
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