sábado, 23 de febrero de 2013

Robos a la orden del día en la parroquia Tonchigüe.




Dos ciudadanos que residen en pleno centro de  la cabecera parroquial de Tonchigüe, hicieron público su malestar por cuanto, de un tiempo a esta parte, se han incrementado los robos a domicilio y las autoridades policiales poco o nada hacen para contrarrestar esta situación que cada día se agudiza más en esta próspera población del sur de la provincia de Esmeraldas.

            En efecto, Alexandra Holguín Ocampo, quien es una ciudadana nacida en esta parroquia y que hace poco retornó a ella proveniente del extranjero, con el objetivo de invertir en un negocio para contribuir a la actividad económica de la localidad que le vio nacer, dice sentirse desmotivada por lo que está aconteciendo, pues en menos de un mes le han robado por tres ocasiones en el interior de su vivienda.

            Refirió que ella no es el único caso y que, de lo que conoce, se habrían generado, al menos, 10 robos en el lapso de 30 días. “Y son robos insólitos. Se llega a pensar que usan alguna droga, porque estando los dueños en su casa cometen los robos”, dice la preocupada ciudadana.

            Añade que los autores de estos robos son unos muchachos de la misma localidad que están acostumbrados a hacer estas fechorías. “Aquí le robaron a un vecino y luego dijeron como lo habían hecho y a quien le habían vendido. Dicen que ellos roban porque así como los capturan enseguida los sueltan”, indica.

            Por su parte, el vecino al que hacía referencia la dama, Exio Sabando, señaló que el jueves después de carnaval, se le robaron dos cilindros de gas y una bicicleta. “Por ahí averiguando detuvieron a un chico que sabía quién había robado, pero luego me dicen que ya lo han soltado, así que no sabemos que hacer”, señala.

            Él también refirió que conocía de algunos robos en el sector, señalando que a un señor de apellido Molina le habían robado mil 500 dólares en efectivo.

            Los dos molestos ciudadanos coincidieron en señalar que no se habían preocupado de asentar denuncias, porque de nada vale ese trámite, pues se detiene a los jóvenes delincuentes a los pocos días andan deambulando libremente y haciendo de las suyas otra vez al interior de la población.

            Por ello lo que recomiendan es que los miembros de la policía asignados a la parroquia intensifiquen los patrullajes al interior de la población, “pero que no enciendan las sirenas, porque eso es un aviso para los delincuentes cuando están haciendo sus fechorías”, refiere Alexandra Holguín, quien también hizo notar que la falta de alumbrado público es una de las causas que permiten la proliferación de la delincuencia en esa comunidad atacameña. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario