miércoles, 27 de febrero de 2013

Encuentran signos de hechicería en playas de Tonchigüe.




Martha Casierra Mina, una humilde mujer de la parroquia Tonchigüe que se gana el sustento diario recopilando los pocos productos que puede encontrar y que le facilitan a la orilla del mar de esa localidad, se sorprendió en la mañana del pasado lunes cuando, al circular por el sector de la desembocadura del río Tonchigüe, observó un frasco de vidrio herméticamente cerrado con una tapa roja y, en su interior, una diversidad de cosas que le llamó la atención.

            La humilde dama señala que movida por la curiosidad, abrió el indicado frasco y de él salió un olor nauseabundo interno, además de una especie de carne de algún animal, varias alcanforinas, montes diversos, un papel con varios nombres de personas y la foto recortada de un hombre y una mujer de, aparentemente, avanzada edad.

            La dama señala que, a su criterio, esto es objeto de alguna brujería para hacerle daño a alguna o varias personas, aunque en su creencia, considera que, al abrir el frasco, desamarró el hechizo y ha salvado la vida de las personas que se buscaba afectarles a través de esta  práctica malsana.

            Los diversos objetos que se esparcieron en el lugar y el olor que se podía percibir a varios metros a la redonda, llamó la atención de varios curiosos que se acercaron por el lugar y los comentarios fueron diversos entre quienes creen y los incrédulos, frente a este tipo de situaciones.

            No obstante, ni creyentes, ni incrédulos, se atrevieron a recoger los objetos y los dejaron en la arena para que las olas del mar posteriormente se encargaran de esparcirlos y con ello evitar que el hechizo surta efecto con las personas a las que, presumiblemente, estaba dedicado.


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