Un sector considerable de la calle Carlos Calderón, entre Tiberio Patiño y Tito Arce, en el barrio Manila de la parroquia Tonchigüe, permanece en deplorables condiciones debido a la gran cantidad de agua que se acumula en el lugar, proveniente de las viviendas del sector, lo que genera una imagen denigrante de su ornato y, en ocasiones, emana olores nauseabundos que incomodan a los moradores más cercanos del sector.
Una habitante del sitio, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, señala que ella es la más perjudicada porque el agua se le acumula siempre frente a su casa, “y esto se pudre; es una cosa que no se puede aguantar. La gente que pasa por ahí también se sorprende con la pestilencia de las aguas”.
Señala que tiene mucho tiempo pidiéndole a las autoridades parroquiales y municipales que pongan un material en el sector, “porque si esto tuviera relleno, el agua no se empozaría aquí”, señala la humilde moradora.
Refiere que, al parecer a nadie le importa que ella viva mal allí, “ni a los periodistas, ni al gobierno, ni al Alcalde, ni a nadie, porque si les preocupara mi situación entonces vinieran a ver cómo solucionar el inconveniente”.
Agrega que en invierno la situación es peor, aunque en verano la poza se mantiene en ese sector, como producto de las aguas que provienen de diferentes casas vecinas, “porque son aguas que lavan, así como aguas de mariscos y de todo viene a para acá”, señala con impotencia la moradora del sector.
Por ello insiste públicamente a las autoridades parroquiales y municipales para que se acerquen por el lugar y verifiquen como está la calle, “al señor Alcalde que se preocupe por mandar a echar aunque sea una o dos volquetadas de tierra, porque si esto estuviera relleno el agua no se empozara aquí”, concluye señalando la humilde moradora del barrio Manila.
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