Con ocasión de la conmemoración del día de los fieles difuntos y en los días previos, la presencia de deudos en el cementerio general de la parroquia Tonchigüe fue bastante considerable, lo que permitió evidenciar que ese lugar de descanso eterno cada vez se torna más pequeño y requiere de algunas mejoras.
Para el conocido comerciante de la localidad, Gredi Castillo, entre las mejoras que requiere el camposanto se encuentra la iluminación, pues el sector carece de alumbrado público.
“Si el cementerio contara con iluminación muchas personas pudiesen venir en horas de la noche a visitar a sus difuntos, pero así como está actualmente, en competa obscuridad, nadie lo puede hacer”, refirió el ciudadano tonchigüense.
Agregó que también sería importante que se instale, por lo menos, una llave de agua potable en el interior del camposanto para facilitar las tareas a las personas que llegan a limpiar las tumbas de sus seres queridos y hasta para quienes deben cumplir con la penosa labor de la construcción de bóvedas.
Por otro lado debemos señalar que, en una parte del indicado cementerio, se encuentra una caseta de construcción mixta, que hace más de 20 años se la construyó para que funcione como morgue, pero actualmente, todo parece indicar que la misma se ha convertido en guarida de personas que se dedican al consumo de estupefacientes, pues en su interior se encuentran estos de fósforos, colillas de cigarrillos, restos de tabaco y pedazos de papel, esparcidos por todos lados.
En todo caso, las autoridades parroquiales tienen en sus manos la gestión para la solución a los inconvenientes indicados, paralelo a ello, la necesidad urgente de que se agilicen los trámites necesarios para que se ponga en funcionamiento el nuevo cementerio, cuyas escrituras fueron entregadas públicamente por la Municipalidad, a través del Vicealcalde, Yuri Olivo Miranda, hace aproximadamente un año, en la sesión solemne de las festividades de la parroquia Tonchigüe.
El área del terreno de aproximadamente una hectárea fue donada por el empresario constructor Aurelio Hidalgo y su familia, la cual se encuentra detrás de la lotización “Vista Mar”, sin embargo, en el transcurso de este año, sólo se anunció que se midió el área, pero de allí, nada más.
La colectividad tonchigüense está a la expectativa de que se autorice la sepultura de sus muertos en ese sector, cuyo proceso, como es obvio, debe de hacerse de manera ordenadas y, se entiende, regulado por la Junta Parroquial que deberá emitir un reglamento al respecto, con la posibilidad de que los deudos, como en la mayoría de los cementerios ordenados del mundo, deban cancelar una taza por la sepultura de cada uno de sus familiares fallecidos.
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