Un desbordamiento considerable del río Atacames, ocurrido el pasado
domingo, causó impactos negativos en diversos sectores de la parroquia La Unión
de Atacames provocando la pérdida de extensas zonas de plantaciones y de aves
de corral de humildes comuneros del sector, según lo hizo público la Presidenta
del Gobierno Parroquial de esa localidad, Daira Mera de Bone.
La autoridad local
señaló que felizmente no hubo pérdidas humanas que lamentar, aunque sí lamentó
que las pérdidas materiales no podrán ser recuperadas por los comuneros,
considerando que, en anteriores ocasiones han realizado evaluaciones sobre
hechos similares y los perjudicados no reciben la ayuda de ninguna entidad en ese
aspecto.
Detalló que, el pasado domingo, los esteros,
riachuelos y esterones colapsaron, provocando la mayor inundación en lo que va
de este año, destacando que el estero Caballo fue uno de los que mayormente
aumentó su caudal y a su paso arrasaba con palos y piedras, provocando la
destrucción de una parte de la vía principal entre las comunidades de Tazones y
Las Vegas.
Agregó que, por esa
razón, hacia el llamado público al Gobierno Provincial para que se les ubique
una alcantarilla en el indicado estero, considerando que es la entidad que
tiene la competencia para este tipo de obras. “Esperamos que el Ing. Víctor
Manuel Andrade, Director del Departamento de Obras Públicas Provinciales, nos
visite para levantar el informe técnico y financiero de la inversión, porque
esperemos que esta petición sea atendida de manera urgente por el bien de
nuestra parroquia”, indicó la autoridad parroquial
Asimismo hace el
llamado a los dueños de las propiedades que colindan con los afluentes para que
limpien las orillas de los mismos y no arrojen basura ni maleza a estos cuerpos
pequeños de agua que permanentemente aumentan su caudal y la basura incrementa el riesgo de que causen
mayores estragos cuando estos crecen más allá de lo normal.
Finalmente señaló que,
de esta situación, ya se ha corrido traslado a la Dirección Provincial de la
Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, esperando que esa entidad tome
cartas en el asunto y, de alguna manera les ayude en esta lamentable situación
que se repite año tras año.
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