La captura y comercialización de pequeñas especies de peces que al
parecer se adquieren para mantenerlas en cautiverios, en peceras ornamentales
de exhibición, está generando preocupación en los líderes locales de las
parroquias que pertenecen a la franja costera de la reserva Martina Galera –
Quingue – San Francisco, puesto que, en los últimos días, se ha observado a
personas desconocidas, comercializando este tipo de peces en la zona.
La preocupación fue
expuesta en la tarde del pasado domingo por dirigentes de la Asociación de
Desarrollo Galera San Francisco, aprovechando el programa de clausura de un
taller de liderazgo juvenil que se impartió a varios jóvenes en el refugio
ecológico de Playa Escondida, en la parroquia Galera.
Destacaron que, de lo
que conocían, la Dirección del Ministerio del Ambiente, ya conocía de este
hecho e inclusive, uno de los comerciantes de los peces que había mostrado un
permiso ya caducado, fue citado a la Delegación Provincial de la indicada cartera de estado para la
indagación respectiva.
Los líderes locales,
al final de la reunión, resolvieron buscar las alternativas más adecuadas para
impedir que esta práctica comercial que, a criterio de ellos, amenaza la
biodiversidad más frágil de la reserva, se radicalice en la zona y, para ello,
a más de poner oficialmente en conocimiento del particular a las autoridades
competentes, no permitirán que personas extrañas o de las localidades continúen
comercializando los pequeños peces que tienen su hábitat natural a orillas de
la franja costera de la reserva marina antes indicada.
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