jueves, 11 de abril de 2013

Se reanuda desembarque de Pinchagua en la Parroquia Tonchigüe.


Desde inicios de este mes y una vez que se levantó la primera veda del año, la actividad de la pesca de la pinchagua volvió a reanudarse en el litoral ecuatoriano y, con ello, también el desembarque del producto por las costas de la cabecera parroquial de Tonchigüe, situación que, si bien genera cierta actividad económica en la población, también ha generado serias críticas de personas que se oponen al desembarque por este sector considerando que se está atentando contra la salubridad y el medio ambiente de la urbe tonchigüense.
 
            En efecto, la realización de esta actividad ha generado opiniones encontradas en la población, pues mientras unos defienden la realización del desembarque porque muchas personas se benefician directa e indirectamente con la actividad y el producto mismo, otros critican el hecho de que los propietarios de los barcos no hacen mayor cosa para evitar que los desechos y agua sangre se esparza en los lugares de desembarque y en las vías por donde circulan los vehículos una vez que empieza el traslado del indicado producto marino.
 
            En este último aspecto los comentarios se intensifican por el mal olor que se levanta durante y después el desembarque, situación que a más de incomodar a propios y turistas, también trae una considerable cantidad de aves de rapiña a este sector.
 
            No obstante, los defensores de la actividad, indican que los propietarios de los barcos tratan de minimizar el impacto con tapones en los vehículos para evitar que el agua sangre se riegue por el lugar por donde circulan y, además, se esparce cal en los sitios donde desembarcan, con lo que se amortigua la afectación al medio ambiente.
 
            Asimismo hacen notar que, no solamente ese es el impacto ambiental que se genera, pues existen descargas de baterías sanitarias directas al río, así como las descargas de desechos del camal municipal y los residuos de mariscos que dejan los propios pescadores y comerciantes de estos productos en la misma playa, por lo que, de quererse tomar algún correctivo con los barcos pinchagueros, la medidas de mitigación deben extenderse también hacia estas mencionadas afectaciones.
 
            Lo cierto es que, al parecer, el desembarque de pinchagua continuará realizándose en esta población, pues trascendió que los propietarios de los barcos han llegado a un nuevo acuerdo con las autoridades parroquiales para seguir con estas tareas en este sector, aunque aún no se hace público ni oficial el mencionado documento.
 

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