viernes, 26 de abril de 2013

Tonchigüenses con deficiente servicio de agua potable y amenazas de corte.


Varios usuario de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EAPA) San Mateo, residentes en la parroquia Tonchigüe, pasaron de la sorpresa al disgusto cuando, a inicios de este mes, recibieron la visita de un técnico de la indicada empresa que realizaba verificaciones de los abonados deudores y amenazaba con proceder al corte del suministro si los usuarios no mostraban intención de pago de un servicio que ha sido totalmente deficiente en esta población.
 
            La sorpresa se daba porque el servicio de agua potable es totalmente irregular en ese sector y, desde hacía unos 15 días, el servicio se había regularizado otorgándose agua por sectores pasando un día, razón por la que muchos usuarios, ante la deficiencia del servicio habían optado por no acercarse a  las ventanillas de la Empresa.
 
            “Pero es que qué servicio podemos pagar si casi nunca recibimos agua”, dijo una confundida moradora, añadiendo que, en anteriores ocasiones, cuando se nota un mejoramiento en el servicio, la empresa mismo instala una ventanilla móvil en la población y allí mediante condonaciones y convenios de pagos los usuarios cancelan los valores atrasados.
 
            En efecto, algunos usuarios coincidieron en señala que ellos se sorprendían por esa actitud, pues siempre se está a la espera de las facilidades de pago que otorga la empresa, considerando que muchas veces los atrasos de los usuarios no se dan por la mala cultura de pago, sino que la deficiencia del servicio desmotiva y, por ello, el descuido en la cancelación oportuna de las planillas mensuales.
 
            Por otro lado indicaron, la experiencia les ha demostrado que, aunque cancelen oportunamente, el servicio nunca ha sido regular y cuándo mejor lo han otorgado es día por medio, por una o dos horas, en tiempos que no sobrepasan los 15 días y, luego, hay sectores que padecen hasta por dos o tres meses sin recibir el tan preciado líquido vital.
 
            Insisten en que es esta situación la que desmotiva la cultura de pago y, para colmo, la empresa ahora quiere presionar cortando a los usuarios un servicio que es totalmente deficiente. “Qué nos pueden cortar, si casi nunca recibimos agua. Nos dan una semana y creen que ya nos han solucionado todo”, dijo Carlos Mendoza del barrio El Centenario.
 

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