Un total de 5 heridos, entre ellos 3 de consideración, fue
el saldo trágico de un choque frontal entre dos vehículos, hecho ocurrido como
a las 16:00 de la tarde del pasado sábado, en la vía Atacames Muisne, entre las
poblaciones de Tonchigüe y Abdón Calderón, concretamente en una curva ubicada
en el sector denominado las tres cruces.
Según
versiones de curiosos que se encontraban en el sitio del accidente, uno de los
vehículos, un Chevrolet Blazer, color plomo de placas ACE-816, era conducido
por su propietario, el conocido ganadero de la zona, Ariosto Conde, que iba
acompañado de tres personas más en el interior el vehículo con destino hacia
Atacames.
Mientras
tanto, el otro vehículo, una camioneta doble cabina, marca Chevrolet, color
blanco de placas PXE-134 y, según testigos, era conducido por un sacerdote
recientemente llegado a Atacames conocido como el Padre Alirio, quien se
trasladaba a uno de los recintos de la parroquia Tonchigüe a oficiar una misa
en el sector.
Se indicó
que los dos conductores más los ocupantes de la Blazer fueron auxiliados por
personas que llegaron casi de inmediato al sector y luego trasladados en un
vehículo particular y en otro de la Armada Nacional que, de casualidad pasaba
por el sector, con desino hacia Atacames en búsqueda de casas asistenciales
para que les otorgaran los primeros auxilios.
Se indicó
que los dos conductores más un acompañante de la Blazer se encontraban en
estado considerablemente delicado, pues habían recibido severos golpes y contusiones en diferentes partes de sus
cuerpos, aunque ninguno de ellos había perdido el conocimiento.
Asimismo a
los pocos minutos llegaron miembros de la fuerza pública quienes ayudaron a
controlar el orden y la circulación vehicular que se tornó caótica por la
situación desesperante que se vivía en esos momentos.
Sobre las
causas de accidente no había nada concreto, lo cierto es que a esa hora, caía
una pertinaz llovizna en el sector y, por la magnitud del accidente, se presume
que habría exceso de velocidad en alguno de los dos vehículos y, como la
carpeta asfáltica estaba resbaladiza, hizo
perder estabilidad a uno de los automotores invadiendo carril contrario para encontrase de
frente con el otro que se movilizaba en sentido contrario
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