El sismo que sacudió gran parte del país en la mañana del pasado domiongo y cuyo epicentro se detectó al sur de la hermana República de Colombia, generó incertidumbre en los moradores de la parroquia Tonchigüe, aunque felizmente no se reportaron daños en viviendas ni desgracias humanas que lamentar.
Carlos Olivo Vera, quien reside en la comunidad de Same, refirió que el sacudón fue bastante fuerte por lo que, junto a su esposa, se vio obligado a salir de su casa. “Había poca gente en la calle. Apenas pasaba un bus y una camioneta, cuyos ocupantes decían que no lo habían sentido, pero realmente fue bastante fuerte”, opinó el humilde ciudadano.
Mientras tanto, Roberto Serrano Paredes, quien reside en el sector del Malecón de la parroquia Tonchigüe, señaló que, a su criterio, el temblor fue fuerte, “como el que hubo en Bahía de Caráquez hace muchos años. Entonces a nosotros sino nos preocupó mucho y, bueno, hay que estar preparado siempre para estos eventos de la naturaleza”, señaló.
Por su parte Tomás González, otro habitante del Malecón de la parroquia Tonchigüe, señaló que el sobresalto se da porque precisamente viven frente al mar y “en estos casos, con mucho temor, porque cuando hay un terremoto hay el riesgo de Tsunami, felizmente eso no ocurrió”, indicó.
“Felizmente fue domingo, porque de haber sido en un día ordinario en horas de clases, tal vez la situación había sido mucho peor, considerando que algunos niños, lejos de sus padres, hubiesen podido sentir pánico y, con ello, abandonar los planteles educativos para ir en búsqueda de sus familias lo que habría generado un ambiente de caos e incertidumbre. Dios quiso que eso no fuese así”, dijo otro morador de esa localidad.
En todo caso, al menos en esa parroquia atacameña, el fuerte movimiento sísmico no provocó ninguna consecuencia negativa a más del susto que llevó a las calles a muchos tonchigüenses en la mañana de ese domingo.
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