martes, 13 de marzo de 2012

Escuela Viktor Sabin inicia el jueves periodo de matrículas.


Cumpliendo con lo que establece la ley de educación vigente, los maestros y maestras de la escuela fiscomisional Viktor Sabin, de la parroquia Tonchigüe, se encuentran laborando normalmente con miras al inicio del periodo de matrículas que, al menos en ese plante, empezará el jueves 15 de marzo, según lo hizo público la Directora del centro educativo, Balinda Villota Cuéllar.

            Agregó que, a diferencia de años anteriores que las matrículas se realizaban en la Misión Católica de Atacames, en este periodo lectivo éstas se realizarán en el mismo establecimiento educativo, manteniendo los mismos requisitos de siempre, esto es, libreta de calificaciones, partida de nacimiento, fe de bautismo por ser un establecimiento fiscomisional y 4 fotos tamaño carnet.

            En ese aspecto recomendó a los padres de familias acercarse al establecimiento educativo, antes del inicio de matrículas, a recibir mayor información al respecto, así como de los costos de matrículas y pensión mensual para el próximo año, añadiendo que para el siguiente periodo fiscal incrementarán el octavo año básico para cumplir con lo que dispone la ley de educación vigente, añadiendo que para los siguientes años seguirán con el noveno y décimo para completar la educación básica en ese platel.

            Reconoció que existen ciertas limitaciones en cuanto a infraestructura, “pero ya estamos implementando el aula respectiva para poder acoger a los estudiantes que irán al octavo año de básica”, señaló.

            Informó que el año anterior, el plantel educativo que ella dirige, culminó con 176 estudiantes, pero en esta ocasión, todo indica que ese número se incrementará, porque “este año, de acuerdo a los cupos que han separado, estamos con 235 estudiantes (…) esperemos que todos se matriculen”, señaló.

            Finalmente señaló que, en lo que respecta a docentes, no hay ningún inconveniente considerando que el plantel es fiscomisional y, aunque no todos tienen nombramientos fiscales, la mayor parte son contratados particulares, cuyos salarios se cubren con las colaboraciones mensuales que, a manera de pensión, cancelan los padres de familias que deciden matricular a sus hijos e hijas en ese establecimiento educativo.


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