Principal arteria de Nueva esperanza se destruyó con las lluvias.

Los moradores del barrio Nueva Esperanza, en el centro poblado del recinto Same, volvieron a padecer, la mañana del pasado lunes, la fuerte inclemencia del invierno, pues gran parte del sector se inundó y la principal calle de acceso a ese populoso barrio se destruyó en su totalidad, tornando intransitable la circulación vehicular hacia el interior de ese lugar.

            En efecto, los torrenciales aguaceros caídos durante la noche del domingo y la madrugada y mañana del lunes, provocaron que, desde la parte alta de la quebrada ubicada detrás del barrio, se desprendiera una considerable cantidad de agua, formando un estero que recorrió gran parte de la calle principal, afectando el suelo de la misma y acumulando las aguas en la parte más baja del lugar.

            Varias viviendas fueron anegadas y los moradores del sector, debieron circular por las calles enfangadas y llenas de gran cantidad de agua acumulada.

            No obstante, debemos indicar, que esta no es la primera vez que los moradores padecen por la inclemencia del tiempo, pues la situación desesperante la han vivido por varios años y pese a los múltiples pedidos  realizados a la autoridades competentes, hasta el momento, no se les ha contemplado ninguna obra que tienda a minimizar los estragos que causan las torrenciales lluvias en ese lugar.

            A decir de dirigentes y moradores del sector, una alternativa de solución es la construcción de un colector de aguas lluvias que empiece en la parte de atrás del barrio, para encausar las aguas, que provienen desde lo alto de la quebrada, y dirigirlas hacia una alcantarilla que atraviesa la vía principal, desde donde se encausarían hacia el cauce del río que cruza por el barrio San José.

             En todo caso los moradores del sector esperan que las autoridades parroquiales y municipales, vuelvan la mirada a ese barrio y busquen las alternativas de solución más adecuadas a ese inconveniente, pues no es justo que ellos continúen viviendo en condiciones deprimentes, cuando la constitución garantiza el buen vivir de todos los ciudadanos ecuatorianos y la urbe pertenece a uno de los principales centros turísticos del cantón Atacames, desde donde se contribuye anualmente con una gran cantidad de impuestos tanto a la Municipalidad como al Servicio de Rentas Internas (SRI).