De un tiempo a esta parte se ha incrementado el número de
calles de los diferentes barrios de la cabecera parroquial de Tonchigüe que se
observan con gran cantidad de aguas servidas que circulan por doquier, la
mayoría de ellas provenientes de las lavadoras eléctricas que las amas de casa
instalan en sus respectivas viviendas, evacuando las aguas directamente a las
calles.
La
situación se torna crítica en algunos sectores de los barrios Las Acacias, El
Progreso y 26 de Noviembre, en este último, las aguas recorren por la calle
Eugenio Espejo, bordeando la Unidad Educativa Albert Sabin, que labora en
jornadas matutinas y vespertinas, situación que causa cierto inconveniente a
los estudiantes a las horas de entrada y salida del establecimiento.
Las aguas
servidas también se estancan en algunos sectores y, con el tiempo, provocan
áreas de lodo y fango que emanan olores nauseabundos y se convierten en caldo
de cultivo de plagas y bacterias, con el consiguiente perjuicio para la salud
humana, particularmente de los más pequeños que, muchas veces, de manera
inocente juegan en esos sectores.
Todo parece
indicar que la situación se ha
incrementado en los últimos tiempos debido a que ha mejorado el servicio de
agua potable en esta zona y la limpieza de la ropa, utilizando las lavadoras,
se facilita considerablemente.
En todo
caso se torna cada vez más urgente que las autoridades sanitarias tomen cartas
en el asunto y coordinen con la comunidad soluciones a corto plazo para evitar
este inconveniente, considerando que la solución definitiva es el
alcantarillado sanitario, proyecto que, de considerárselo, en su diseño,
planteamiento y ejecución, tomaría un tiempo considerable.
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