sábado, 3 de marzo de 2012

Sepultaron a joven tonchigüense accidentado hace 3 meses.


En medio del pesar de familiares y amigos, el pasado jueves en horas de la tarde, en el cementerio general de la parroquia Tonchigüe fue sepultado el cadáver de quien en vida se llamó José Carlos Bermeo Leones, de 19 años edad, quien dejó de existir la madrugada del pasado miércoles en el hospital del IESS de la ciudad de Esmeraldas,  luego de permanecer en estado crítico por más de 3 meses y medio como producto de un accidente de tránsito que sufrió en la madrugada del 11 de noviembre del año anterior.

            El cortejo fúnebre que acompañó el cadáver del extinto joven, fue bastante numeroso, desde la salida de la que fuera su vivienda hasta el cementerio general de la parroquia Tonchigüe, donde se vivieron escenas desgarradoras de dolor y llanto, mientras el cuerpo del infortunado joven era colocado en una bóveda fría que ahora se constituye en su morada eterna, dejando un inmenso vacío en sus padres y sus más cercanos familiares.

            En el accidente, que 3 meses y medio más tarde le cegó la vida a este joven, también falleció un primo del chico el día de la tragedia.

            Según referencias de sus familiares, la madrugada del fatídico día del accidente, el joven José Carlos, decidió acompañar a su primo a la ciudad de Esmeraldas donde éste residía. Durante la noche anterior y parte de la madrugada de ese día, su primo había estado libando con el conductor del taxi en el que llegó a Tonchigüe.

            “Mi sobrino José le pidió al conductor que le diera las llaves para él conducir, pero el irresponsable chofer se negó a entregárselas e hizo algunas piruetas en la calle como para demostrar que sí podía conducir. En esas circunstancias José decide acompañarles, sin saber que se dirigía con destino a la tragedia”, refirió Jorge Bermeo Buste, tío de los dos jóvenes que fallecieron en el accidente.

            En efecto, en circunstancias que aún no se conocen, a la altura de Mi Casa Bonita, poco antes de llegar a la ciudad de Esmeraldas, frente a una fábrica de aceite que hay en el lugar, el conductor pierde la estabilidad del vehículo y se impacta contra dos postes del alumbrado público.

            Luego del accidente, José Carlos quedó gravemente herido; su primo falleció en el percance y el conductor escapó sin mayores afectaciones.

            Ese mismo día de la tragedia, el joven José Carlos fue transferido a Quito hasta el Hospital Carlos Andrade Marín, pero los síntomas de recuperación fueron muy escasos, pues durante todo ese tiempo permaneció en coma, nunca pronunció palabra y apenas movía los ojos y sus extremidades.

            Al tercer mes de mantenerse en Quito y al no verse resultados positivos, los galenos capitalinos deciden enviarlo al Hospital del IESS de Esmeraldas para que pase los últimos días de su existencia, llegando a esa casa de salud el pasado 11 de febrero y 18 días más tarde el infortunado joven pierde su batalla por la vida, emprendiendo el viaje a la eternidad.


1 comentario:

  1. javier moreira zambrano3 de marzo de 2012, 15:08

    que dios te tenga en su gloria joso,que descases en paz

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