El pasado jueves en horas, de la tarde y en medio del dolor y llanto de sus familiares, amigos y allegados, fue sepultado el cuerpo sin vida de Don Alcívar Ortiz Sol, un humilde ciudadano de la parroquia Tonchigüe y uno de los más antiguos moradores de este sector.
Alcívar Ortiz falleció la madrugada del pasado miércoles en el hospital Carlos Andrade Marín de la ciudad de Quito, al parecer víctima de alguna afectación a su corazón, cuando frisaba los 78 años de edad, pues el próximo 26 de noviembre cumpliría sus 79 años. En su paso por la vida procreó 10 hijos en 3 compromisos diferentes, según hicieron conocer sus familiares.
Los restos del infortunado ciudadano llegaron a la parroquia Tonchigüe la tarde del miércoles mismo, siendo trasladado hasta la que fuera su vivienda en el barrio Manila, donde se realizó la velación respectiva durante toda la noche y hasta la tarde del jueves en que fue trasladado la Iglesia Virgen de Lourdes, donde se ofició la misa de cuerpo presente.
Una vez culminado el rito religioso, con un nutrido acompañamiento fúnebre, fue llevado hasta el cementerio general de esa misma localidad, donde fue depositado en una bóveda que ahora se constituye en su morada eterna, mientras que, por siempre, quedarán vivos, en los recuerdos de sus amigos y familiares, los gratos momentos que pasaron junto a él.
Alcívar Ortiz fue uno de los más antiguos moradores de la parroquia Tonchigüe y subsistió en la población dedicado a la pesca y la agricultura.
Por versiones de amigos de su edad, se conoció que también fue un excelente deportista, habiendo defendido la camiseta de la tradicional escuadra del Peñarol, como jugador, y, del Atlético Tonchigüe, como dirigente, por ello, mientras era trasladado a su última morada, el cofre mortuorio iba cobijado con las dos banderas de esas populares escuadras tonchigüenses.
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