Dos antisociales que llegaron a bordo de una moto fingiendo comprar gasolina, consumaron un asalto a mano armada en la Gasolinera “Ruta del Sol” de la parroquia Tonchigüe, la tarde de ayer viernes, como a las 18:30, llevándose un botín de aproximadamente 500 dólares en efectivo.
Una de las asustadas despachadoras, en declaraciones a la prensa local luego del suceso, indicó que los dos sujetos se acercaron en una moto y se ubicaron junto a un surtidor solicitándoles le ponga 2 dólares de gasolina, sin embargo, cuando la bomba marcaba el dólar y medio, uno de los antisociales saca un arma de fuego y le pide el bolso donde tenía el dinero, además le exigió que llamara a su otra compañera y, en efecto, así lo hizo.
“Cuando mi otra compañera llegó, él la apunto también con el arma y le pidió el canguro (bolso) con el dinero. Mi compañera asustada también se lo entregó. Luego nos dijo que si avisábamos a la policía venían y nos buscaban y acababan con nuestra familia”, dijo la despachadora.
Señaló que los dos sujetos eran jóvenes, no aparentaban más allá de 18 años, de tez canela y, el que les amedrentó, llevaba gafas.
Añadió que una vez consumado el hecho, los antisociales se alejaron en la moto y tomaron la vía principal con dirección a Muisne.
De este particular se puso en conocimiento de la Teniente Política de la Parroquia Tonchigüe, Liliana Suárez Cedeño, quien llegó hasta el sector minutos después para constatar el hecho, detallando que, en ese momento, en la localidad no se encontraba ningún uniformado, porque horas antes habían viajado hasta Atacames llevando unos detenidos.
Refirió que lamentablemente en la población el número de uniformados es poco, pues apenas hay 4 asignados y, en esa ocasión, dos estaban con licencia y los dos que se encontraban a cargo de la Unidad de Policía Comunitaria, como lo había indicado anteriormente, debieron trasladarse hasta Atacames, razón por la que tardaron en llegar hasta la gasolinera para tomar detalles del asalto y, por ende, cualquier operativo para rastrear a los antisociales sería tardío e infructuoso.
Mientras dos uniformados se encontraban tomando detalles del hecho, miembros de la prensa local intentaron obtener un pronunciamiento de alguno de ellos pero los gendarmes se negaron a dar declaraciones públicas, pues señalaron no tenían autorización para aquello, agregando que cualquier información se otorgaría en el Comando Cantonal de Atacames, con la autorización de los superiores.
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